CC.OO. y UGT recurren a las empresas privadas para reventar el convenio de Cabify, Uber y Bolt

El convenio para Madrid firmado entre las patronales que manejan las licencias y los contratos de Uber, Cabify y Bolt con el Sindicato Libre de Transporte (SLT) no ha sido suficiente para contentar a todos los conductores ni a todos los grupos que forman la representación sindical de los conductores de estas plataformas. Los otros dos grupos, Comisiones Obreras (CC.OO.) y la Unión General de Trabajadores (UGT) siguen manteniendo sus acciones de protesta y aunque han recogido la llamada a huelga, según el comunicado de CC.OO. por motivos principalmente legales, sin embargo, se mantienen sus llamados a acciones de calle, y ambos están abiertos a negociar convenios privados. 

Es una decisión que han hecho saber en público, y según confirman a MERCA2 fuentes internas de SLT no genera demasiada preocupación en el sindicato mayoritario que asegura apoyar cualquier iniciativa que mejore la situación de los trabajadores. Sin embargo, en la práctica, este tipo de decisiones también afectan la realidad de las elecciones sindicales de las empresas donde de momento UGT y CC.OO. no son mayoría, y donde poco a poco han ido ganando terreno. 

Aun así, SLT defiende el convenio firmado, que representa un aumento en el sueldo mínimo de los conductores contratados, a 17.100 anuales en comparación a los cerca de 16.000 de convenio pasado en la capital. Además, se han conseguido mejoras en cuanto al manejo de las plataformas y de las horas de trabajo, contabilizando como horas laborales los tiempos de espera y demás espacios que en algún momento no eran contabilizados como «horas efectivas» dentro de las plataformas. 

El problema es que la firma se hizo sin los otros dos grupos sindicales, y rompiendo lo que en un principio era considerada una línea roja en las negociaciones, el sueldo mínimo de 18.000 euros al año antes de los bonos por nocturnidad o las horas extra. 

De momento, UGT y CC.OO. dieron el primer paso en una de las empresas que maneja más licencias de VTC en Madrid, que es Ares Capital, a quienes enviaron un comunicado informando su exigencia de buscar en la empresa lo que originalmente solicitaban en el convenio de la capital: Un sueldo mínimo de 18.000 euros, que consideran necesario para profesionalizar realmente al sector, un aumento en el valor de las horas extra, una compensación de dos días por trabajar en festivo y una reducción del tiempo de descanso mínimos a los 15 minutos. 

UN CISMA SINDICAL DE LARGO

Lo cierto es que las diferencias de criterio entre los sindicatos no deberían ser una sorpresa para los trabajadores ni para las empresas involucradas en el proceso. La realidad es que no es una novedad que haya un choque entre SLT y los otros dos sindicatos, tanto UGT como CC.OO. describiendo más de una vez a la agrupación mayoritaria como un «sindicato amarillo» y en ocasiones acusándoles de vender a los trabajadores, algo que como es de esperarse no se aprecia demasiado desde esta agrupación.

Pero también es cierto que hasta ahora habían conseguido presentar un frente común en las negociaciones. Por meses parecía que podrían mantenerse unidas para mantener una misma exigencia mínima en cuanto a sueldos antes de discutir las demás piezas del convenio, e incluso habían conseguido organizarse y poner en línea los criterios para hacer un llamado a huelga en el sector en la ciudad. Pero finalmente no han podido mantener la unidad. 

Mientras tanto, los conductores de Cabify, Uber y Bolt siguen atravesando una situación delicada, aunque a diferencia de otros países donde operan estas empresas, en España están bajo contrato, las largas horas de trabajo que deben cumplir para alcanzar los bonos de facturación siguen siendo un problema. De hecho, estas largas horas de trabajo son señaladas por los sindicatos, son señaladas como causa de los accidentes que sufren algunos de estos, sobre todo a horas de la madrugada.

LOS SIGUIENTES PASOS Y COMO MARCARAN A CABIFY, UBER Y BOLT

Mientras tanto, no queda sino esperar. Aunque de momento no hay posibilidad de otro llamado a huelga general en el sector de las VTC de Madrid debido a la firma del convenio de parte de lo que sigue siendo el sindicato mayoritario, no se pueden descartar protestas en empresas específicas, como ya lo adelantó el comunicado enviado a Ares Capital. A lo interno, Uber, Cabify y Bolt pueden al menos respirar tranquilos, sabiendo que los conductores estarán trabajando durante el verano madrileño, disponibles para los grandes festivales y las fiestas de los barrios. 

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Concentración de trabajadores de Uber Bizkaia ante el Palacio Foral, en Bilbao el pasado mes de abril

Pero la situación de los conductores es aún delicada. Los problemas de sueldos no son un detalle menor y el hecho de que estas dos semanas una parte de los conductores de Bilbao hayan estado en huelga muestra también la complicada realidad de todo el sector y los problemas del día a día de sus trabajadores.