El colágeno es la proteína más abundante en el organismo humano; es imprescindible para formar y mantener el tejido conectivo de la piel, los huesos, los músculos, los tendones y los cartílagos.
Por su parte, el magnesio es un mineral esencial que está presente en infinidad de reacciones enzimáticas. Y muchas de estas reacciones ocurren durante los procesos bioquímicos que se desarrollan en los músculos, huesos y articulaciones. Además, el magnesio juega un importante papel en el proceso orgánico de síntesis de colágeno. De ahí la conveniencia de incluir ambos elementos en la dieta diaria. Conozcamos los beneficios de hacerlo.
Beneficios para los huesos
Los huesos están formados principalmente por colágeno, calcio y fósforo. El colágeno actúa como una especie de matriz, dando soporte y flexibilidad a los huesos. Por su parte, el magnesio ayuda a fijar el calcio y el fósforo en el tejido óseo, por lo que resulta fundamental para prevenir la pérdida de masa ósea y de la densidad de la misma.
Por lo tanto, la suplementación con colágeno y magnesio está muy indicada para fortalecer los huesos y para prevenir la osteoporosis o impedir su empeoramiento.
Cómo actúan el colágeno y el magnesio en las articulaciones
Las articulaciones son los elementos que posibilitan la movilidad del aparato esquelético, y están formadas por cartílagos, ligamentos y tendones. Pues bien, el colágeno es el elemento que favorece la elasticidad y la lubricación de las articulaciones. Además, actúa como amortiguador de los efectos producidos por los movimientos y los impactos. Y el magnesio es bien conocido por su efectividad como relajante y antiinflamatorio muscular.
Conque la incorporación de colágeno y magnesio a la dieta mejora el estado y la movilidad de las articulaciones. Por eso, es muy útil para tratar dolencias articulares de origen reumático y para mejorar la condición de quienes se están recuperando de una lesión articular.
Dos sustancias que también influyen en el estado de la piel
La piel está formada por tres capas: la epidermis (capa exterior), la dermis (capa intermedia) y la hipodermis (capa profunda). De ellas, la dermis es la capa que proporciona firmeza y elasticidad a todo el conjunto. ¿Y dónde es mayor la presencia de colágeno en la piel? Pues precisamente en la dermis. En cuanto al magnesio, no solo interviene en el proceso bioquímico orgánico de síntesis de colágeno, sino que son bien conocidos sus efectos antioxidantes.
Conque no hace falta atar muchos cabos para concluir que la combinación de magnesio y colágeno mejora la consistencia y la elasticidad de la piel, retrasando la aparición de arrugas y de flacidez.
¿Y cómo incorporar el colágeno y el magnesio a la dieta habitual? Fácil, puedes optar por tomarlos por separado o utilizar complementos alimenticios que contienen una combinación de ambos, caso del colágeno con té matcha, magnesio y ácido hialurónico.
Eso sí, como ocurre con cualquier complemento o suplemento alimenticio, conviene tomarlos en su justa medida. Así que, te recomendamos que te ciñas a las indicaciones de consumo incluidas en los prospectos o cajas o, mejor aún, que consultes con un especialista en nutrición saludable.