miércoles, 11 diciembre 2024

BBVA ayuda a sus clientes a controlar el ahorro energético

BBVA ayuda a sus clientes a controlar el gasto energético. Al respecto, el banco ha lanzado nueva funcionalidad en su aplicación para móviles a través de la cual permitirá a sus clientes estimar la reducción de consumo energético mediante la instalación de paneles solares en viviendas unifamiliares y el coste de realizarla.

Así, la entidad financiera permitirá saber el coste estimado de instalación de paneles solares, el número de placas necesarias y los años de amortización teniendo en cuenta no solo el ahorro, sino las posibles subvenciones al autoconsumo que pueda haber.

la entidad financiera permitirá saber el coste estimado de instalación de paneles solares

Próximamente esta herramienta estará disponible para aquellas personas que no son clientes de BBVA, y que tan solo con introducir el gasto de la factura de la luz y la ubicación de la vivienda podrán simular el ahorro energético desde la web del banco.

En este sentido, el banco ofrecerá opción de contratar una instalación de placas solares con un socio de BBVA a través de la ‘app’ y con financiación del propio banco.

En el primer trimestre de 2023, el banco ha financiado cerca de 4.000 instalaciones, lo que supone un crecimiento de un 67% frente al mismo periodo del año anterior.

LA GUÍA DEL BANCO

Según la Guía práctica de la energía del Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía (IDAE) la calefacción supone el 41% del consumo energético en un hogar durante todo el año, y eso que sólo se utiliza durante los meses de frío. Hay numerosas fórmulas de reducir el gasto.

Revisar la instalación. Un aparato en mal estado puede disparar el consumo y además así se evitan gastos extraordinarios por roturas. El ahorro es de un 15%.

Una temperatura entre 19 y 21 ºC es más que suficiente para mantener una sensación térmica agradable

Instalar termostatos que regulen la temperatura. Si no son programables, mejor, ya que el ahorro es de entre el 8% y el 13%.

Apagar la calefacción por la noche.

Contar con un buen aislamiento puede evitar hasta un 50% de fugas de calor.

Ventilar la casa 15 minutos una vez al día suele ser suficiente para renovar el aire.

Apagar la calefacción de noche o bajar el termostato hasta los 16 ºC, al igual que durante las ausencias prolongadas.

2- Iluminación

“¡Las luces!” es una de las frases más repetidas por los padres a sus hijos para que aprendan este hábito y no hacen mal, ya que la iluminación supone el 9% del consumo energético del hogar. El ahorro en este apartado se compone más de pequeños cambios en el comportamiento que de grandes acciones (ver post “Como ahorrar luz en nuestro hogar (parte I)“):

ENERGÍA RENOVABLE

Energías renovables no convencionales: una luz que brilla fuerte para Chile

Desde un panorama hace pocos años dominado por la generación eléctrica basada en fuentes convencionales de generación, Chile pasó a convertirse en uno de los países donde más se invierte en proyectos de energías renovables no convencionales (ERNC), adquiriendo un particular liderazgo regional en materia de energía solar. Una larga costa, un desierto siempre despejado y regulaciones que incentivan a los operadores son factores que inciden en este boom.

Aprovechar la iluminación natural.

No dejar luces encendidas en estancias vacías.

Utilizar bombillas de bajo consumo, que consumen un 80% menos que las normales para un mismo nivel de iluminación y duran hasta ocho veces más. Eso sí, no son recomendables en lugares donde se encienda y se apague la luz de forma continuada.

Las lámparas electrónicas duran más y consumen menos que las lámparas de bajo consumo convencionales. Se distinguen de estas principalmente por el peso: las convencionales suelen pesar más de 400 gramos y las electrónicas pesan unos 100 gramos.

Instalar reguladores de intensidad luminosa de tipo electrónico.

3- Electrodomésticos

En los últimos tiempos han proliferado los anuncios que abogan por el uso de electrodomésticos ‘ecológicos’ o energéticamente eficientes. Existen nueve gamas diferentes desde los que menos consumen (A++) hasta los que más gastan (G) y la diferencia puede suponer multiplicar el gasto por 100 en un periodo de 15 años. Las cifras no son nada desdeñables teniendo en cuenta que el 12% del gasto en energía dentro de casa se debe a los electrodomésticos.

Elegir la categoría de menor consumo siempre es rentable a largo plazo. El mínimo debe de ser la clase A+.

Apagar los aparatos cuando no estén en uso y no dejarlos en “modo de espera” o “stand by”.

Desconectar los adaptadores que no estén utilizándose, ya que siguen funcionando (con menos consumo) aunque no transformen efectivamente la energía.

Utilizar regletas con interruptor.

Cuidar su mantenimiento limpiando una vez al año la parte de atrás permitirá que se deterioren menos y que el ventilador no tenga que trabajar a tanta potencia.

En el caso de los televisores, las pantallas LCD ahorran un 37% de energía respecto a los aparatos tradicionales.

En el caso de los ordenadores, conviene buscar la etiqueta “Energy Star” de eficiencia energética y apagarlo durante las ausencias prolongadas.

Para las lavadoras conviene trabajar siempre a carga completa o adquirir un equipo que permita trabajar a media carga.

En la lavadora, el programa de baja temperatura será casi siempre suficiente para dejar limpia la ropa.

La secadora consume más energía que un centrifugado. Es mejor utilizar el calor del sol para llevar a cabo esta tarea.

4- Cocina

La cocina es uno de los “puntos calientes” del ahorro energético, incluso excluyendo la lavadora y secadora, que muchas veces también están situadas en ese mismo espacio. En ella se consume el 11% de la energía del hogar, pero por fortuna reducir el gasto es relativamente sencillo.

EFICIENCIA ENERGÉTICA

Aplicaciones que te ayudarán a ahorrar energía (y dinero) en tus facturas

Cuando llega la factura de la luz o del gas, o cuando tenemos que llenar el depósito de combustible del coche, caemos en la cuenta de lo que nos cuesta la energía. Y es en ese momento, cuando pensamos que tenemos que hacer algo para ser más eficientes y ahorrar, pero muchas veces necesitamos algo que nos ayude.

El listado de herramientas de cocina según su eficiencia energética es el siguiente: microondas, cocina con olla a presión, cocina tradicional y horno. Las ollas a presión ahorran mucha energía y tiempo.

Aprovechar el calor residual de las cocinas eléctricas. Es decir, apagar el ‘fuego’ un poco antes de terminar de cocinar.

La cocina de gas es más eficiente que la eléctrica.

Utilizar el frigorífico con sentido común: no abrir la puerta de forma innecesaria, asegurarse de que el aislamiento funciona y colocarlo lejos de las fuentes de calor como el horno o la cocina.

Descongelar el frigorífico cuando la capa de hielo alcance los 3 milímetros de espesor puede ahorrar hasta un 30% de energía.

Para el frigorífico una temperatura de 6 ºC en el comportamiento de refrigeración y de -18 ºC en el de congelación son suficientes.

Respecto al lavavajillas, su mayor gasto (80%) se produce al calentar el agua, por lo que los programas de ahorro que lavan a menor temperatura suponen un importante ahorro.

No utilizar el lavavajillas hasta que esté completamente lleno a no ser que tenga la opción de ponerlo a media carga.

5- Aire acondicionado

El enorme gasto que por sí solo produce este aparato se merece mencionarlo a parte. Una correcta utilización durante los meses de verano (e invierno quien lo utilice como sistema de calefacción) puede suponer grandes ahorros (ver post “Como ahorrar luz en nuestro hogar (parte II)“).

ENERGÍA EÓLICA

Con el viento a favor: la energía eólica

La energía eólica se ha labrado una sólida reputación, no sólo como fuente de energía respetuosa con el medio ambiente, sino como alternativa viable de generación eléctrica a gran escala, respetuosa con nuestros bolsillos. Su estatus actual contrasta enormemente con el escepticismo con el que fueron recibidos los primeros parques eólicos instalados en los 80, como respuesta a una creciente preocupación por el desarrollo de tecnologías respetuosas con el medioambiente y por la reducción de las emisiones.

Elegir un aparato de acuerdo a las necesidades concretas vigilando especialmente la potencia que necesita.

Una temperatura de 25 ºC suele ser suficiente para tener una agradable sensación.

Limpiar el filtro cada 15 días para no sobrecargar el motor.

Apagar el aparato una vez esté la estancia refrigerada y encender el modo ventilador.

Revisar el aparato cada dos años.

6- el agua

Al margen del gasto eléctrico y de gas este el otro gran “agujero” de la casa. El nivel de ahorro en este apartado dependerá de la región concreta y del precio del agua en la misma, aunque siempre conviene ser lo más cuidadoso posible, porque el agua es uno de los bienes más preciados y escasos.

Existen multitud de formas de ahorrar en el consumo de agua (ver post “El agua que has de beber…“), algo que a su vez incidirá en el gasto energético (especialmente el eléctrico). Entre ellos destacan:

No lavar los platos, la vajilla y los utensilios de cocina a mano. El uso del lavavajillas es más eficiente desde un punto de vista energético.

Cerrar los grifos cuando no se estén utilizando (sobre todo al afeitarse, cepillarse los dientes o en el lavado).

Revisar la instalación, ya que pueden existir pequeñas fugas. Las tuberías deben de estar bien aisladas.

Los sistemas de acumulación de agua caliente son más eficientes que los de producción instantánea.

Un termostato en la ducha puede ahorrar hasta un 6% de energía.

Una temperatura en 30 ºC y 35 ºC es suficiente en la ducha.

Utilizar la ducha en lugar de la bañera.

Utilizar un cabezal de ducha de bajo consumo.

Observar todas estas pequeñas indicaciones, la mayoría de las cuales son bastante fáciles de cumplir y no implican ningún tipo de inversión se puede equiparar a contar con una paga extraordinaria más al año en términos económicos. Todo es cuestión de probar.


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