Proindiviso y condominio en un bien inmueble, las principales diferencias

Como una referencia a la propiedad de un bien inmueble entre varias personas se encuentran los términos proindiviso y condominio.

Dentro del sector inmobiliario, es común que una vivienda se sitúe en alguna de estas categorías después de un trámite de herencia o de divorcio, entre otros casos.

Proindiviso y condominio pueden y suelen utilizarse como sinónimos junto a otros como comunidad de bienes o copropiedad. En algunos casos, proindiviso suele emplearse para denominar a una vivienda con más de un propietario, que resulta indivisible. Por otro lado, condominio se utiliza para tratar inmuebles divisibles, como, por ejemplo, un terreno en el que todavía no se ha iniciado ninguna construcción.

A través de la asesoría jurídica de Bazán Abogados, firma especialista de abogados de propiedad horizontal, es posible encontrar apoyo y asistencia legal para resolver problemas vinculados a la división o consolidación de un bien inmueble en proindiviso o condominio.

¿Cuáles son las características legales del proindiviso o condominio?

Según establece la Ley de Propiedad Horizontal, la posesión en proindiviso de una vivienda supone que cada propietario tiene un porcentaje abstracto de la misma. Por ejemplo, dos hermanos que han heredado un piso comparten el derecho de uso del bien, conservación, administración y usufructo. Cada uno de ellos dispone de una cuota de propiedad.

Sin embargo, los copropietarios del inmueble en común pueden pedir la división, siempre y cuando esta acción no suponga que este se convierta en inservible. Por ejemplo, un edificio o un terreno en condominio puede dividirse en pisos o metros cuadrados respectivamente.

Si la propiedad compartida es una sola vivienda, el proindiviso debe disolverse, ya que no existe la posibilidad de división sin afectar la utilidad del bien. Según los expertos de Bazán Abogados, para que esto sea posible es necesario consolidar el inmueble. Es decir, uno de los propietarios debe gestionar las cuotas de propiedad de los demás.

Conflictos en la disolución del proindiviso de bienes inmuebles

Una de las opciones posibles es que el proceso de consolidación se haga de acuerdo común. En estos casos, la persona que se adjudica el bien debe comprar, de forma consentida, las cuotas de los demás. Otra opción es vender la propiedad a un tercero y dividir el dinero entre las partes.

No obstante, si no existe un acuerdo, es necesario recurrir a la vía judicial. Esto sucede cuando hay al menos un propietario que no desea vender o comprar y tampoco quiere llegar a un acuerdo coherente con los demás. Si la conciliación no funciona, el camino a seguir es el juicio. Por lo general, estos procesos terminan con la subasta del bien común.

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