Con la aprobación este martes en Consejo de Ministros de la norma que permite a los trabajadores del hogar cobrar el paro, la historia cambió a la hora de tramitar las cotizaciones ante las autoridades laborales. Ahora, el peso del proceso de afiliación, altas, bajas y cambios de datos de los empleados estará a cargo exclusivamente de los hogares.
Antes de la aprobación, los empleadores de los trabajadores domésticos con más de 60 horas de labores al mes se encargaban del proceso burocrático, pero si la jornada era menor a 60 horas mensuales por empleador, eran los propios trabajadores los responsables de llevar adelante directamente todo el trámite. Ya no: ahora esto recae completamente sobre el empleador, y no son pocos los que deberán hacerlo.
De acuerdo a los datos que ofreció la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, a su salida del Consejo de Ministros de este martes, un total de 201.485 trabajadores del hogar tienen jornadas por debajo de las 60 horas mensuales. Se trata del 54% de las 373.121 personas con labores domésticas.
Este colectivo mayoritario de quienes integran la fuerza laboral en los hogares españoles seguirá en la mira del gobierno para aplicar más medidas, según confirmó Díaz durante su comparecencia ante los medios, pero sin ofrecer mayores detalles.
¿Qué obtienen los hogares a su favor?
La norma que ahora permite que los trabajadores del hogar cobren el paro incluye una bonificación para los hogares empleadores, la cual alcanzará al 80% de la aportación que deben hacer por desempleo y para el Fondo de Garantía Social (Fogasa).
El Ministerio de Trabajo y Economía Social señaló en un comunicado de prensa que se mantiene la reducción de un 20% en la aportación empresarial a la cotización por contingencias comunes correspondiente a este Sistema Especial, y que se van “a incrementar los tramos de bonificación superiores al 20%, en función de la composición del hogar y también de los niveles de renta y de patrimonio, lo que permitirá aumentar el número de beneficiarios.
“Mantenemos las reducciones y bonificaciones existentes y añadimos una bonificación”, reforzó la vicepresidenta segunda del Gobierno».
Los requisitos de estas bonificaciones se fijarán reglamentariamente. Díaz dijo que en un plazo de seis meses se fijarán a través de un nuevo reglamento, que harán conjuntamente los ministerios de Trabajo y Economía Social y el de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, todas las nuevas tipologías familiares junto a los requisitos de renta y patrimonio para el despliegue de una bonificación.
“Mantenemos las reducciones y bonificaciones existentes y añadimos una bonificación”, reforzó la vicepresidenta segunda del Gobierno.
En la comparecencia, la ministra portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, también quiso reforzar la idea de que la protección a las trabajadoras del hogar no va a implicar un mayor gasto para las familias empleadoras.
Los cambios a partir de la norma
“Desde hoy mismo tendrán derecho a la prestación contributiva de desempleo y a todas las que están en el marco normativo laboral”, afirmó Díaz en lo que figura como el epicentro de la nueva norma para los trabajadores domésticos.
Al equiparar los derechos laborales de los domésticos al de cualquier otro trabajador, se permite el acceso a las prestaciones por desempleo en los niveles contributivo y asistencial. Todo el marco de protección y cotizaciones de la Seguridad Social se iguala al incluirse también las cotizaciones ante el Fondo de Garantía Social (Fogasa), las cuales comenzarán el 1 de octubre.
“Desde hoy mismo tendrán derecho a la prestación contributiva de desempleo y a todas las que están en el marco normativo laboral”.
Igualmente, se elimina la figura del desistimiento que permitía el despido sin causa y, por tanto, sin las garantías del despido para tales situaciones. A partir de ahora, los empleadores deberán acreditar los motivos que puedan dar lugar al fin del contrato laboral extendiendo, por tanto, la protección frente al despido.
Esto implica equiparar toda la protección y cotizaciones de la Seguridad Social, no solo el paro: se incluye la cobertura del Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) y la correspondiente cotización por la misma, que comenzará en octubre.
Radiografía de un trabajador doméstico
En total, la medida impactará sobre un universo de 373.121 trabajadores del hogar, de los cuales 339.540 son mujeres. De allí que la vicepresidenta segunda del Gobierno afirmara que la norma es, además de transversal e inclusiva, feminista.
Casi la mitad de las personas que trabajan en hogares son extranjeras, y predominan personas provenientes de Colombia, Rumania y Honduras, según los datos ofrecidos por Díaz. La participación de extranjeros en este nicho laboral es de 44%, mientras que la tasa en otras áreas es de 10%.
Otro dato ofrecido desde el gobierno es que 130.000 mujeres que laboran en hogares son mayores de 55 años de edad, mientras que tan solo 17.000 tienen menos de 30 años de edad.
Geográficamente, un tercio de los trabajadores domésticos se concentran en Madrid.