La de pollo al ajillo es una receta clásica de la gastronomía española. El típico plato que seguro que has comido en más de una ocasión en casa de tu abuela. Sin embargo, ¿te sabe igual cuando lo cocinas tú?
Es posible que no, y eso puede deberse a que estás pasando por alto algún paso esencial de esta receta. Para que, a partir de ahora, te quede perfecto, vamos a ver paso a paso cómo debes elaborarlo.
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Una receta sencilla
Poner el pollo al ajillo en tu menú semanal siempre es una buena idea, porque la carne de pollo es alta en proteínas y baja en grasas. Además, continúa siendo una de las más baratas a pesar de la subida de precios.
Por otro lado, estamos ante una receta que resulta muy fácil de hacer y que tendrás lista en unos 30 minutos. Incluso puedes prepararla de un día para otra y llevártela a la oficia en un tupper.
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Ingredientes para hacer pollo al ajillo
Con las siguientes cantidades te salen de cuatro a seis raciones, así que puedes ajustarlas según tus necesidades. Necesitas un kilo de pollo y un par de cabezas de ajos, así como 400 ml de vino blanco.
También un poco de sal, pimienta negra y aceite de oliva virgen extra. Como ves, es una receta muy económica, porque la mayoría de los ingredientes son de esos que siempre tenemos en casa.