La de pollo al ajillo es una receta clásica de la gastronomía española. El típico plato que seguro que has comido en más de una ocasión en casa de tu abuela. Sin embargo, ¿te sabe igual cuando lo cocinas tú?
Es posible que no, y eso puede deberse a que estás pasando por alto algún paso esencial de esta receta. Para que, a partir de ahora, te quede perfecto, vamos a ver paso a paso cómo debes elaborarlo.
[/nextpage]
Una receta sencilla
Poner el pollo al ajillo en tu menú semanal siempre es una buena idea, porque la carne de pollo es alta en proteínas y baja en grasas. Además, continúa siendo una de las más baratas a pesar de la subida de precios.
Por otro lado, estamos ante una receta que resulta muy fácil de hacer y que tendrás lista en unos 30 minutos. Incluso puedes prepararla de un día para otra y llevártela a la oficia en un tupper.
[/nextpage]
¿Qué pollo utilizar?
Puedes elaborar esta receta con un pollo entero, pero también puedes seleccionar los cortes que más te gusten. Por ejemplo, puedes hacerla solo con alitas, con jamoncitos, con pechuga… o mezclando estos cortes.
Lo importante es que el pollo esté cortado en trozos que no sean demasiado grandes, ya que así resultará mucho más sencillo comerlo. En cualquier caso, cuando tengas la carne lista, ponle sal y pimienta al gusto.