El pasado martes, el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, interpelaba por primera vez al Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en las Cortes Generales y le formulaba la siguiente pregunta: «¿considera el presidente del Gobierno que su Ejecutivo está a la altura de las necesidades de las familias españolas?«.
LA PREGUNTA A PEDRO SÁNCHEZ
Una pregunta sencilla pero muy pertinente cuando la inflación, la más alta en más de tres décadas, se “come” el poder adquisitivo y los ahorros de los españoles.
Muy pertinente cuando llenar el depósito del coche y la cesta de la compra nos cuesta el doble que hace un año y la factura de la luz ha subido un 95% en el primer trimestre del año en 10 millones de hogares.
Muy pertinente cuando ni el maquillaje que Yolanda Díaz ha aplicado a las cifras del paro en forma de contrareforma laboral logra ocultar que se ha ralentizado el ritmo de creación de empleo ni que el 60% de los contratos indefinidos firmados tras la entrada en vigor de su “chulísimo” texto son a tiempo parcial.
el 60% de los contratos indefinidos firmados son a tiempo parcial
Y digo maquillaje con toda la intención pues, aunque para la ministra que no sabía explicar que era un ERTE se atreva a recomendar tanto a Feijóo como al gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, que “aprendan (…) un poquito más de economía y empleo”, los fijos discontinuos no computan en las listas del paro, aunque no estén trabajando.
LA PERTINENCIA
La pregunta es muy pertinente cuando Sánchez y María Jesús Montero “pintaron” 27.000 millones de fondos de recuperación europeos para cuadrar los Presupuestos Generales del Estado 2022 y a las empresas españolas solo ha llegado un 2,5%.
Muy pertinente cuando Sánchez cada día nos endeuda en 200 millones de euros. Una deuda que no va a apoyar a los más vulnerables ya que el Ingreso Mínimo Vital no llega ni a la mitad de los españoles a los que Sánchez e Iglesias, el PSOE y Podemos, les prometieron no dejar atrás.
La pregunta es muy pertinente cuando las clases medias y trabajadoras, esas a las que Sánchez prometió no subir impuestos, han sufrido el aumento de 16 tributos y, ahora, les cuesta más el seguro de su casa o el “numerito” del coche.
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Muy pertinente cuando a pesar de la propaganda del gobierno todos los organismos de estudios certifican que nuestra economía será la última y la que peor salga de la crisis. El último en pinchar la burbuja sanchista, la OCDE que ayer rebajó el crecimiento de nuestra economía en 1,4 puntos y prevé que la inflación, que según el gobierno era coyuntural y había tocado techo hace meses, cierre el año en torno al 8%.
Pero a Sánchez no le gusta que le interpelen ni le cambien el guión que ha ido a interpretar. Por eso, cuando Alberto Núñez Feijóo no sólo le preguntó, sino que le puso encima de la mesa propuestas, se destapó el verdadero Pedro Sánchez.
LA OPOSICIÓN
El verdadero Sánchez al que la oposición le “estorba, estorba y estorba” porque le gusta ejercer el poder al más puro estilo chavista: cerrando el parlamento; imponiendo inconstitucionales estados de alarma a toda la población; indultando a sus “amigos y socios” a pesar de que hayan subvertido el orden constitucional o secuestrado a su hijo; intentando controlar la justicia y atacando instituciones como la Corona o el CNI.
Lo que realmente le estorba es la democracia y por eso insulta y trata de silenciar y denigrar a todo aquel que le recuerda que, a pesar de todos sus esfuerzos, España sigue siendo un estado derecho y no puede hacer lo que le dé la gana.
Antonio González Terol, diputado del Partido Popular (PP)
