Alcoa perderá hasta 44 M€ con los dos años de cierre de San Cibrao

Este mes de enero la fábrica de Alcoa en San Cibrao (Lugo) ha bajado las persianas. Al menos en la producción de aluminio primario, la gran actividad del centro. De esta manera se hace efectiva la parada de las cubas de electrolisis, aunque se seguirán llevando a cabo tareas de producción secundaria con aluminio refundido. La decisión, atropellada entre amenazas de cierre, ajustes de empleo y otras alternativas, se ha tomado con la propuesta de reabrir en 2024 y volver al ‘tajo’. Pero no será gratis para la compañía, y lo ha hecho saber.

Este detalle es importante, y así lo ha querido hacer público el máximo responsable de Alcoa, Roy Harvey. En primer lugar, la compañía se ha comprometido a invertir hasta 60 millones de euros en las instalaciones para adecuarse a la nueva situación energética; de igual modo, reserva otros 30 M€ para los trabajos de reinicio de la actividad en 2024. Aunque hay otra cifra muy importante. En el encuentro con analistas tras la presentación de resultados, Harvey ha manifestado que es importante que «todos tuvieran la claridad de las pérdidas que se generarán con los dos años de cierre»: una cantidad que puede ascender hasta los 44 millones de euros.

Este baile de datos se engloba en el verdadero problema que ha terminado con el cierre de la planta de San Cibrao: el precio de la electricidad. Así ha vuelto a insistir Roy Harvey de forma pública. Y todo ello en un contexto contradictorio. Según el CEO de Alcoa, a finales de 2021 hubo un déficit de aluminio cercano al millón de toneladas en todo el mundo. Una cifra, asegura, que puede ascender hasta 1,4 millones en 2022. Por eso, se preguntaba retóricamente ante los analistas sobre el hecho de tener que cerrar la fábrica cuando Europa necesita aluminio.

Aquí habló de esas subidas en el mercado eléctrico que, en algunos casos, han llegado a ser de un 400%. De esta forma, y sin tener en cuenta al alza de los precios del aluminio que podían haber enmendado el impacto económico, Harvey asegura que la fundición de aluminio como actividad principal ha generado pérdidas económicas para la empresa, derivado de los costes eléctricos.

Antes de ejecutar este parón, Alcoa asegura tener atado la vuelta al trabajo en 2024, sobre todo en ese aspecto energético que, según la compañía, ha sido el único detonante para tener que llevar a cabo esta drástica medida.

PPA AL RESCATE DE ALCOA

Ante esta situación, hace unas semanas ya trascendió de forma pública que Alcoa tiene un preacuerdo con dos compañías españolas para firmar contratos a largo plazo que les asegure unos precios de la luz competitivos, y que además estén en consonancia con el desarrollo sostenible de su negocio.

En concreto, se trata de unos preacuerdos para suministro de energía eólica con Capital Energy y Greenalia. El CEO de Alcoa ha confirmado que efectivamente será así el plan de reentrada en el mercado, aunque ha dejado un recado a las administraciones públicas por si algo se tuerce a última hora. Ha recordado que es importante que los distintos organismos públicos que deben dar acceso a la red a los proyectos renovables no pongan trabas, puesto que esto es esencial para el futuro de la compañía.

En este sentido, fuentes de Capital Energy aclaran a MERCA2 que, efectivamente, sus proyectos están admitidos a trámite, aunque todavía no están aprobados. Una situación, explican que es parte del proceso de tramitación, y que confían que los plazos se cumplan y ese preacuerdo se firme con normalidad. De igual modo, los precios de esos PPA todavía no están fijados, y se negociarán más adelante, básicamente porque la actual volatilidad del mercado no permite maniobrar a dos años vista.

UNO QUE NO LO TIENE CLARO

No obstante, en este proceso ha surgido un actor que no ve claro el final de la película. Mientras que el máximo responsable de Alcoa asegura que, por un lado se seguirá operando en la fábrica el inventario acumulado, y, por otro, el compromiso de volver en 2024 será efectivo una vez se solucionen los problemas energéticos, otros no lo ven tan claro.

En concreto, el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, ha puesto en duda que, una vez apagadas las cubas de electrolisis en la fábrica de aluminio primario de Alcoa, estas se vuelvan a reactivar dentro de dos años. «Hoy, como presidente de Galicia, no lo puedo confirmar«.

Preguntado al respecto tras la reunión semanal de su Ejecutivo, el presidente gallego ha advertido de que la parada de cubas es «un fracaso industrial, económico y laboral», una decisión con la que la Xunta «no está de acuerdo de forma directa o indirecta». «Llevamos tres años para intentar evitar el fin de la producción de aluminio primario en España y la parada de cubas. Tres años pidiendo un sistema de compra o incluso una intervención temporal para una industria estratégica, y lo único que hizo el Gobierno central es echar la culpa a la empresa, pero no solucionamos el problema», ha dicho.

En esta coyuntura, ha afeado la política energética del Gobierno y el «engaño» del estatuto de las electrointensivas, que ha calificado como «falso de toda falsedad», al tiempo que ha insistido en que el apagado de cubas es «un fracaso absoluto» que no tiene el aval de la Xunta.

«En Galicia no aceptamos que hasta 2024 no se pueda producir una sola tonelada de aluminio», ha dicho Feijóo, quien ha concluido expresando sus dudas acerca de si, una vez que se pararon las cubas, se van a reactivar, para concluir: «Hoy, como presidente de Galicia, no lo puedo confirmar», ha zanjado.

Raúl Masa
Raúl Masa
Ex Coordinador de redacción y redactor de empresas y economía; especializado en telecomunicaciones, tecnología y energía.