El recibo de la luz registra subidas del 17% en junio en el mercado libre

Pasado más de un mes desde que el 1 de junio entrara en vigor la nueva tarifa eléctrica, el recibo de la luz sigue estando en boca de todos, en principio, por los cambios en los hábitos de consumo energético que ha implicado pero, básicamente porque ya se ha desvelado el misterio de su impacto económico. A pesar de que el Gobierno lo quiso vender como una oportunidad de hacernos más sostenibles, lo que está claro es que sí vamos a tener que pagar más en las próximas facturas de luz. En el mercado libre, el aumento será aproximadamente de un 17%, según un estudio facilitado a MERCA2 por Roams, asesor digital en materia energética.

Tareas tan cotidianas como poner una lavadora, planchar o cocinar nos están saliendo más caras de lo que pensamos, máxime en esta primera quincena de julio en la que el precio de la electricidad está en máximos históricos.

¿Cuánto va a afectar este cambio del recibo eléctrico al bolsillo de los españoles? No hay una respuesta exacta ya que el gasto está sujeto al consumo y esto es algo que varía en función de cada familia, por no hablar de las empresas, la mayoría de las cuales no tienen la posibilidad de trasladar sus hábitos de consumo a las horas valle.

Roams ha realizado una comparativa real de la compañía HolaLuz de las facturas correspondientes al mes de abril (justo antes de hacerse efectivo el cambio) y de junio (primer mes con la nueva tarifa eléctrica) tomando como ejemplo a un cliente que tiene contratada una tarifa de luz con discriminación horaria con el mismo precio desde hace dos años. En el caso del regulado, es distinto ya que el precio de la luz varía cada hora.

COMPARATIVA: EL VIEJO Y EL NUEVO RECIBO

Con la base de la factura del mes de abril, ese cliente tendría un gasto de electricidad de 649,12 euros al año sin incluir el IVA, lo que supone un gasto de 54,09 €/mes más IVA, que en ese caso sería del 21%.

Este gasto se basa en datos como el de una potencia contratada en P1 de 5,75 kW x 0,104229€/kW x 365 días lo que supone 218,75€/año. Si a esto unimos el consumo de energía real bajo las premisas de un gasto el P1 de 1.112 kW/año x 0,153€/kWh para un coste de 170,13€/año; un gasto en P2 de 1.764 kW/año x 0,083€/kWh lo que supone un coste de 146,41€/año y un gasto en P3 de 1.025 kW/año x 0,068€/kWh para un coste de 69,7€/año. Nos lleva a un montante de 386,24 euros al año por consumo energético.

El Impuesto eléctrico: 4,864% x (386,24€/año + 218,75€/año) x 1,05113, supone otros  30,93€/año. El Bono social: 0,30€/mes x 12 meses, para sumar otros 3,60€/año y el alquiler de contador: 0,80€/mes x 12 meses, para añadir otros  9,60€/año. En total, los citados 649,12 euros/año.

Con la base de la factura del mes de junio, ese cliente tendría un gasto de electricidad de 759,36 euros al año sin incluir el IVA, lo que supone un gasto de 63,28€/mes al mes más IVA, que en ese caso sería del 10%, ya que el Gobierno lo rebajó en los últimos días del mes. Por eso la comparativa se ha realizado sin incluir ese impuesto.

Este gasto se basa en datos como el de dos potencias contratadas en P1 de 5,75 kW x x 0,084035€/kW x 365 días lo que supone 176,36€/año y en P2 de 5,75 kW x 0,0003902€/kW x 365 días lo que supone otros 0,81€/año. Si a esto unimos el consumo de energía real bajo las premisas de un gasto el P1 de 1.112 kW/año x 0,2205€/kWh para un coste de 245,19€/año; un gasto en P2 de 1.764 kW/año x 0,12093€/kWh lo que supone un coste de 213,32€/año y un gasto en P3 de 1.025 kW/año x 0,07237€/kWh para un coste de 74,17€/año. Nos lleva a un montante de 532,69 euros al año por consumo energético.

El Impuesto eléctrico: 4,864% x (532,69€/año + 177,18€/año) x 1,05113, supone otros  36,29€/año. El Bono social: 0,30€/mes x 12 meses, para sumar otros 3,60€/año y el alquiler de contador: 0,80€/mes x 12 meses, para añadir otros  9,60€/año. En total, los citados 759,36€/año.

Con la entrada en vigor de la nueva tarifa 2.0TD, podemos ver que el usuario va a pagar unos 146€ de más en su recibo de luz por el mismo consumo que hacía antes. Es decir, si con los precios de abril de 2021, el importe por el consumo realizado fue de 386,24€/año, en junio del mismo año este coste se ha incrementado hasta los 532,69€/año.

Y esto es así porque el precio de la energía se ha duplicado prácticamente en el P1 o periodo punta. Aquí el coste del kWh ha pasado de 0,153€ a 0,2205€. “Al final la mayor parte de tareas se concentran en las horas centrales del día, cuando más cara está la energía, y resulta mucho más complicado que una persona que trabaja trasnoche para planchar la ropa o poner una lavadora”, señalan desde Roams.

En el resto de períodos también aumenta el precio, pero es más relativo, pasando en el P2 o periodo llano de 0,083€/kWh a 0,120€/kWh (+0,037€/kWh) y en el P3 o periodo valle de 0,068€/kWh a 0,072€/kWh (+0,004€/kWh).

En el caso de la potencia, ocurre al contrario, y es que se ahorra algo más de 40 euros al año. La nueva tarifa permite contratar dos potencias distintas en un mismo hogar para pagar menos. Si en abril de 2021 el precio en el periodo más caro (P1) era de 0,104€/kW, con la nueva tarifa eléctrica, este importe se ha reducido a 0,084€/kW. Y además se añade un nuevo tramo (P2) o valle en el que el precio es de 0,0003€/kW. Así en el ejemplo encontramos como se pasa de pagar 218,75€/año a pagar 177,18€/año, más IVA en los dos casos.

CADA FAMILIA ES UN MUNDO

Desde Roams indician que en cualquier caso, hay que tener en cuenta que estos números son relativos ya que cambiarán en cada núcleo familiar. Y es que entran en juego múltiples factores como la compañía con la que se tenga contratada la tarifa, los años que lleven en ella, el tipo de tarifa que le hayan ofrecido y por cuánto tiempo lo hayan hecho además del consumo que se haga.

“Está claro que no es lo mismo una persona que trabaje de noche y no le quede más remedio que poner el lavavajillas en horas diurnas, que una persona ya jubilada que tenga la opción de levantarse más temprano para poner una lavadora y conseguir ahorrarse dinero en su factura”, manifiestan desde Roams.

También hay que tener muy en cuenta la posibilidad de pasar todas las tareas del hogar al fin de semana, justo cuando más barato está el precio de la energía, aunque al final esto exige un cambio en los hábitos de vida que, aunque muchos los están intentando, no todo el mundo está dispuesto a hacer.

Además hay condicionantes que van a obligar a un consumo alto en determinados momentos. Por ejemplo, la necesidad de poner el aire acondicionado en muchos hogares se hace imprescindible, ahora que aprieta el calor, y cuando más calor hace no suele coincidir con el horario valle, salvo los fines de semana.

LA BAJADA DEL IVA ALIVIA LA FACTURA

El notable incremento en el recibo de luz, debido a los altos precios de la electricidad, ha hecho que el Gobierno haya aplicado una reducción del IVA de la electricidad del 21% al 10% pocos días después de que anunciara la introducción de la nueva tarifa de discriminación horaria. Un hecho histórico, ya que nunca antes se había producido una bajada de estas características.

Una rebaja que ya se ha hecho efectiva desde el 26 de junio, por lo que la factura del mes de junio ha llegado dividida en dos periodos: uno del 1 al 25 de junio a la que se ha aplicado el IVA del 21% y otro del 26 al 30 de junio con un IVA del 10%.

Pero no todos se ven favorecidos por el IVA reducido, ya que solo va a beneficiar a los consumidores domésticos que tengan una potencia contratada de hasta 10 kW, por lo que esta medida no afecta a las empresas.

María Castañeda
María Castañeda
Redactora de MERCA2 de empresas y economía; especializada en energía, sostenibilidad y turismo.