La economía post Covid: la deuda alcanza un 335% del PIB mundial

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El escenario económico nacional e internacional que ha dejado la pandemia se ha visto afectado por diferentes factores a tener en cuenta para el futuro. Criptomonedas, deuda, inflación y los nuevos retos a los que se enfrenta el sector financiero marcarán la era post Covid.

De estas y otras cuestiones trata el White Paper Las claves del escenario post COVID en la economía y en el sector financiero realizado por Nuvix Consulting, consultora especializada en la transformación de modelos de negocio. En este documento, los expertos de la compañía han analizado el entorno macroeconómico actual tras la pandemia y en él exponen los posibles escenarios para la recuperación económica, en función de variables como la deuda, los tipos de interés o la inflación.

De la misma manera, plantean los cambios y retos del ámbito financiero desde el lado de la regulación, los valores refugio o las criptomonedas. Un entorno en el que tendencias como la digitalización o la sostenibilidad son críticas para el sector.

IMPACTO DEL COVID-19 EN LA DEUDA

El nivel de la deuda global era alto antes de la crisis sanitaria, pero a día de hoy la cifra se ha superado con creces alcanzando los 232 billones de euros. Esto supone un incremento de 24 billones con respecto a 2019. En relación al ratio deuda sobre PIB, supera el 355% del PIB mundial.

Esto se debe al incremento del gasto público para paliar la caída de ingresos y la falta de actividad, además de a la ampliación de las moratorias de deuda para evitar las quiebras empresariales, según señala el informe. En este sentido, Francia, España y Grecia son las economías desarrolladas  de la zona euro con mayor aumento de la deuda, situándose por encima de los 50 puntos porcentuales. Por su parte, en la zona emergente, destacan China, Turquía y Corea del Sur.

La espiral de endeudamiento en la que nos encontramos necesita buscar una solución a largo plazo ya que no es sostenible en el tiempo si no se quiere recurrir a drásticos recortes, sobre todo en el gasto público.

LA DEUDA PUBLICA ESPAÑOLA PODRÍA ALCANZAR EL 124%

En España, el ratio deuda sobre PIB ha alcanzado el 117%, un aumento que se debe al mayor endeudamiento de la Seguridad Social (+55,1%) debido a los numerosos ERTEs. Según estimaciones de la Comisión Europea, en 2021 la deuda pública española podría alcanzar el 124% del PIB. A pesar de ello, la “red protectora” del Banco Central Europeo y su política activa de compra de bonos del Estado ha permitido controlar el coste de la deuda por el momento.

Desde Nuvix Consulting señalan que la gestión del endeudamiento debe ser prioritaria para favorecer el crecimiento e incentivar la inversión. De hecho, las previsiones señalan finales de 2022 como posible fecha de la recuperación. Sin embargo, una de las propuestas planteadas al Banco Central Europeo (BCE) para paliar la situación es condonar la deuda contraída y sustituirla por una inversión en sostenibilidad. Iniciativa que tanto la Comisión Europea como el BCE han rechazado.

MATERIAS PRIMAS Y CRIPTOMONEDAS

El incremento de precio de varias materias primas como el cobre, la madera o el petróleo puede llevar a una inflación con cierta persistencia en el tiempo. La duda es si será algo pasajero o más estructural. El panorama actual aumenta la incertidumbre en la sociedad. En ese caso, una reacción natural es buscar valores refugio como el oro o los bonos de EE.UU. y Alemania para proteger los ahorros frente a posibles pérdidas de valor adquisitivo o, incluso, aumentar sus cotizaciones.

El oro siempre ha sido una buena opción para diversificar la cartera de inversiones y aportar estabilidad por su escasez, liquidez y moderada volatilidad, pero ¿y las criptomonedas, tan de moda en los últimos años? Las criptomonedas no son un buen valor refugio en tiempos de incertidumbre. Probablemente, añaden más volatilidad y su valor es más un activo especulativo que de refugio.

NUEVAS REGULACIONES EN EL SECTOR FINANCIERO

Desde Nuvix argumentan que se prevé un aumento del control a las entidades financieras, por ser las canalizadoras de las ayudas europeas y por su rol crucial en la prestación de los préstamos ICO o en las moratorias de deuda. «A diferencia de 2008, la banca debe ser la solución y no el problema. Sin embargo, el sesgo de la regulación ha cambiado de la rigidez a la flexibilidad para contribuir a la salida de la crisis», señala el informe.

La implementación de Basilea III es inminente y ayudará a liberar liquidez y aprobar rápidamente normas de gran calado, como el capital “quick fix” del reglamento de capital (CRR) o la supresión de los “stress test”, entre otras.

AUMENTA LA COMPETENCIA EN EL SECTOR BANCARIO CON EL AUGE DE LAS FINTECH

Asimismo, la concentración empresarial en el sector bancario que se inició a partir de la crisis de 2008, ha dado lugar a fusiones entre la mayoría de las cajas de ahorro, entre ellas: CaixaBank y Bankia o Sabadell y Liberbank.

Por otro lado, aumenta la competencia en este sector con el auge de las Fintech, que tratan de resolver algunas de las debilidades de los proveedores financieros más tradicionales. A lo que se suman las Bigtech, operadores financieros que han irrumpido en el negocio desde sectores diferentes al financiero, como Amazon, Google, Apple y Facebook, y los neobancos, intermediarios financieros que operan de forma 100% digital, como Bnext, N26 o Revolut.

DIGITALIZACIÓN Y SOSTENIBILIDAD

La pandemia ha impulsado la digitalización. De hecho, es la segunda preocupación de las empresas españolas, solo por detrás de la situación económica. Algo que se ha visto reflejado en el aumento significativo de los medios electrónicos de pago, un 15% más en otoño de lo que lo que había antes de la pandemia. Y es que la digitalización ha puesto en valor el servicio de la empresa por encima de sus productos, además de llevar su relación con los clientes a una situación de omnicanalidad

Otro de los retos a los que se enfrenta el sector financiero es la lucha contra el cambio climático o la eficiencia energética. Las entidades financieras pueden ofrecer financiación verde y sostenible (FVS) a los proyectos y empresas que combatan contra el cambio climático, defiendan los Derechos Humanos y preserven el planeta y sus recursos. Dentro de esta FVS se encuentran los bonos verdes, muy utilizados en España. Solo en 2021 aumentó en un 54% las emisiones de bonos verdes (15 mil millones de euros), mientras que los préstamos sostenibles aumentaron en un 45% (18 mil millones de euros).