No todo es bonito cuando se trata de hacer dropshipping

Hay muchas formas de emprender de forma sencilla y casi sin dinero, una de ellas es hacer dropshipping. Una fórmula que se ha popularizado incluso entre quienes quieren tener un negocio como fuente extra de ingresos mientras mantienen su trabajo habitual. Porque gracias a este sistema puedes tener una tienda online sin preocuparte del stock y del envío de la mercancía.

En el dropshipping tu tienda es una mera intermediaria, un escaparate en el que se le muestra el producto al cliente. Si este decide hacer una compra, el pedido le llega directamente al proveedor, que se encargará de hacer el envío. Lo que te llevas tú es una comisión por cada artículo vendido a través de tu web. Suena bien, ¿verdad? Pues cuidado, porque no es todo tan bonito como parece.

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No vas a ganar tanto como crees

ganar dinero con dropshipping

Una cosa es hacer dropshipping y otra cosa es ganar mucho dinero con ello. Esto es algo realmente complicado, salvo que tengas muchos conocimientos sobre marketing y SEO y seas capaz de posicionar muy bien la tienda. Además, hay otros factores que también influyen en el volumen de ventas y que no puedes controlar, como el precio final del producto.

Tu papel en este negocio es el de un intermediario, así que lo que vas a ganar por cada venta será una comisión. Un porcentaje del importe total de la compra de cada cliente. Si vendes productos caros esa comisión puede ser más o menos alta. Pero, si vendes productos baratos como ropa o cosméticos apenas te vas a llevar un par de euros por cada venta.

El dropshipping tiene muchas ventajas y puede ser una buena opción para emprender, pero es imprescindible que también tengas en cuenta su lado menos positivo.


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Mayka J.
Mayka J.
Jurista por formación y escritora por vocación. Llevo más de diez años dedicada al mundo de la redacción con especialidades como Derecho, pymes, autónomos, emprendimiento y marketing digital.