El sistema de cotización actual no es precisamente del gusto de los autónomos, pero si algo bueno tiene es que los profesionales pueden pagar más o menos cuota a su elección sin tener que justificar nada ni dar ninguna explicación. La única precaución que hay que tener es hacerlo a tiempo para que los cambios se apliquen al trimestre siguiente.
Tenemos el verano a la vuelta de la esquina, una temporada que suele implicar cambios para los profesionales. Para algunos es su época del año con más trabajo, mientras que para otros son los meses con menos ingresos. De ahí que muchos hagan ajustes de cara al tercer trimestre en lo que a su cotización se refiere.
Una opción ahora más interesante que nunca
Una de las ventajas que tienen los autónomos con respecto a los asalariados es que pueden cambiar la base de cotización. A día de hoy pueden elegir entre una base de cotización mínima de 944,35 euros y una máxima de 4.070,10 euros mensuales. En función de cuál elijan pagarán entre 286 y 1.220 euros al mes en concepto de cotización.
Aunque se ha criticado mucho que las bases existentes no están todo lo ajustadas que deberían, en el momento actual poder hacer ajustes y pagar más o menos cuota es una gran ayuda para muchos profesionales que están de alta en el RETA, porque esto les permite reducir su gasto mensual mientras dure la crisis.
