miércoles, 11 diciembre 2024

Nace la primera gestora española de capital riesgo para impulsar las pymes sostenibles

La Comisión del Mercado de Valores (CNMV) acaba de dar luz verde a Mago Equity, la primera gestora de capital riesgo que promueve la obtención de la misma rentabilidad habitual exigida al capital riesgo, pero a través de inversiones en pymes que reduzcan el impacto medioambiental y social. 

Mago Equity lanzará el fondo Mago Equity I FCRE enabril con un tamaño objetivo de entre 30 y 50 millones de euros. Tendrá una duración de 8 años y un periodo de inversión de 3 años, e incorporará a su cartera entre 5 y 6 empresas españolas con fuerte potencial de crecimiento, con el objetivo de impulsar su expansión. 

El análisis de inversión de los gestores de Mago Equity, además de considerar los criterios de rentabilidad y riesgo tradicionales, añade como criterio imprescindible para acometer la inversión el impacto esperado en el medioambiente y en la sociedad como motor de rentabilidad, lo que supone una estrategia diferencial frente a otros vehículos de inversión existentes para pymes: tienen como objetivo alcanzar una rentabilidad entre 1,5 veces y dos veces del dinero desembolsado a sus inversores, es decir, una tasa interna de retorno (TIR) neta del 15%.

La estrategia de inversión consistirá en la de toma de participacionestemporales en el capital de empresas de diferentes sectores industriales, con especial incidencia en el sector energético, la industria sostenible y la economía circular. Una vez realizada la inversión, el fondo tendrá una participación activa en la compañía, con una apuesta clara por la sostenibilidad a través de la elaboración de planes no financieros que serán la hoja de ruta de la empresa.

Además, Mago Equity pretende la preservación de los puestos de trabajo, en un momento en que la creación y mantenimiento del empleo es vital para la recuperación económica del país, inmerso en una crisis sin precedentes debido al impacto de la pandemia producida por el Covid 19.

Mago Equityse ha suscrito al Pacto Mundial de Naciones Unidas, la mayor iniciativa voluntaria de responsabilidad social empresarial en el mundo, y ha iniciado los trámites para la obtención del sello BCorp, un movimiento nacido en 2006 en EEUU que certifica aquellas empresas que tienen por objeto la mejora de la sociedad.

Para obtener la certificación BCorp, las empresas se someten a una rigurosa evaluación previa y, después, deben cumplir voluntariamente con elevados estándares sociales y ambientales, además de adquirir compromisos con la transparencia y la medición de impacto.

Alcanzar el sello BCorpy ser parte del Pacto Mundial de Naciones Unidas es muestra de nuestro propósito de promover un cambio en la toma de decisiones empresariales para que éstas tengan en cuenta el impacto de la actividad empresarial en su entorno”, aseguran José María Marco y Carlos Gómez-Múgica, los socios de Mago Equity.

Cambio de escenario

El capital financiero global se está centrando cada vez en mayor medida en proyectos sostenibles, donde Europa estratégicamente ha decidido posicionarse como el centro de referencia mundial de la sostenibilidad. Con este posicionamiento de Europa se espera crear nuevos puestos de trabajo y nuevas oportunidades de negocio.

Para Carlos Gómez-Múgica, socio de Mago Equity, “queremos acelerar la transición hacia una economía sostenible. El reto europeo es reconvertir el ecosistema industrial actual que está en peligro; y la única manera de mantener la competitividad a largo plazo es mediante la inversión verde y en industrias sostenibles. Cada vez más inversores exigen tener en cuenta estos criterios para sus inversiones, lo que está marcando el comienzo de un cambio de paradigma en la industria europea. Se estima que los activos de fondos ESG bajo gestión pasen a representar más del 50% del total europeo en el año 2025. Esto representará una tasa de crecimiento anual del 28,8% desde 2019 a 2025”.

Cada vez es mayor la conciencia social sobre aquellas actividades que no respetan el medioambiente o a la sociedad civil. “Observamos, desde el punto de vista de los inversores y de los equipos directivos de las empresas, una necesidad de cambiar los modelos de negocio para hacerlos respetuosos con el medioambiente y que estén alineados con los intereses de la sociedad civil. Hoy en día se requieren organizaciones humanas que sean rentables pero que vayan más allá de la maximización del beneficio. Como inversores, tenemos la obligación de tener en cuenta el impacto de nuestras decisiones en todos los grupos de interés. Además, detectamos un mayor peso regulatorio en los últimos meses con intención de promover la inversión sostenible, lo que obliga a cambios en las operaciones de las empresas. Todo ello se une a importantes cambios demográficos y sociales recientes que hacen que la estrategia ESG se alce como la ganadora para los próximos años”, asegura por su parte José María Marco, socio de la gestora.

El efecto de la pandemia y de la nueva crisis financiera en ciernes ha catapultado la conciencia pública de la sostenibilidad y la digitalización como factores relevantes para la supervivencia de los negocios y suponen cambios en el comportamiento del consumidor que ya han comenzado a ser percibidos.

En este contexto, en Europa ya se ha pasado de un escenario de aprobación regulatoria a un escenario de implementación: Las autoridades comunitarias, con el Pacto Verde, han lanzado el programa NextGenerationEU para impulsar la recuperación económica post pandemia y la reconversión industrial de Europa bajo el modelo de economía circular, con el objetivo de convertirse en el primer continente neutro de carbono.

El programa, junto con el presupuesto europeo, tendrá una capacidad de movilizar 1,8 billones de euros en los próximos años. Este es el mayor paquete de estímulo jamás financiado a través del presupuesto de la UE y ayudará a reconstruir la Europa posterior a la COVID-19.

La propuesta de valor de Mago Equity busca colaborar con las empresas participadas en el acceso a estos fondos europeos de recuperación, que estarán vinculados a la digitalización y la transición energética.


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