Almendras: 3 razones para tomarlas y otras 3 para no acercarte

Las almendras son de los frutos secos más consumidos en todas sus variantes. Es mucho lo que se habla últimamente sobre ellas. La leche de almendras está de moda y es imprescindible en las dietas de las personas con intolerancias o con la digestión pesada.

Asimismo, las almendras son un buen recurso para llevar en el bolsillo y comerlas si te entra hambre y no quieres picotear entre horas. Sirven tanto para comerlas como para fabricar cremas, jabones y aceites. El uso de este fruto seco tiene muchas posibilidades y casi todas son beneficiosas para tu salud.

No obstante, todo en esta vida tiene un “pero” y el caso de las almendras no iba a ser diferente. En este artículo te contaré algunos de los motivos por los que consumirlas y otros por los que es mejor mantenerte lejos de ellas.

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Alergias

alergia

Como ya te he dicho, los frutos secos son de los alimentos a los que más personas en el mundo son alérgicas. Si te da una reacción alérgica debido a las almendras la sintomatología aparece en poco tiempo o de inmediato. Te pueden provocar urticaria, hinchazón, picores, dificultad para respirar o shock anafiláctico y que te mueras. Si no eres muy alérgico los síntomas son más leves, como, por ejemplo, diarreas, dolores de cabeza o vómitos.

Puede ser que solo seas alérgico a las almendras y no al resto de los frutos secos, pero puede ser que al final termines por tener la intolerancia completa y es mejor no arriesgarte. Cuando eres alérgico a las almendras, el orden que suelen tomar estas intolerancias son el cacahuete, nuez, avellana y piñón.