Año muy difícil. Así califica Eduardo Abadía, director general de la Asociación Española de Franquiciadores (AEF) el 2020. Y, como se suele decir, la alegría va por barrios. “Las cadenas de distribución han facturado casi un 20% más”, añade. Pero matiza que ha habido otras que “han dado un paso atrás para poder seguir adelante”.
Un paso atrás que ha significado cierres. “Han desaparecido algunas franquicias, pero no tantas”, matiza el director general de AEF. Lo que sí ha sucedido es que una gran parte han tenido que disminuir las unidades físicas que tenían. Dicho de otra manera, han tenido que recortar sus redes.
Bajo el paraguas de la AEF hay 42 sectores. Y los hay que han tenido un mejor comportamiento, como el ya citado de los supermercados. No han sido los únicos. Al estar las personas más tiempo en casa, también ha habido una mayor demanda de todo lo relacionado con la decoración y la reparación del hogar. La mensajería, obviamente, también ha salido beneficiada. Así como los alquileres de trasteros y la venta de accesorios, tanto para la casa, como para los vehículos.
Aquellas franquicias relacionadas con la belleza y la estética han tenido un desarrollo positivo, aunque han tenido que funcionar por horas. Pero no han vivido una situación tan halagüeña aquellas enseñas relacionadas con el material de colegios, como las papelerías y las híperpapelerías, por ejemplo.
EMPLEO EN LAS FRANQUICIAS
En conjunto, la facturación del sector de la franquicia ha decrecido alrededor de un 30%. “Ha habido una bajada del empleo, como no podía ser de otra manera”, indica Eduardo Abadía. Aunque matiza que “la regeneración va a ser más adaptable. Van a poder volver a ser candidatos en las franquicias en las que ya trabajaban y en otras”.
El director general de la AEF considera que ha habido menos mano de obra directa. Y prefiere hablar de flexibilidad en vez de pérdidas de empleos. “Cuando vuelva la normalidad volverá el personal”, sostiene.
Respecto a si las franquicias han pedido los préstamos del ICO, entre 270 y 280 (como marcas) los han solicitado. Es decir, una de cada tres. Conviene recordar que la AEF ya tenía firmado con anterioridad un acuerdo con el ICO. “Al Ministerio de Industria y Comercio le hemos trasladado cuáles han sido las incidencias por sectores para buscar soluciones”, señala Eduardo Abadía.
La AEF, en este caso, ha actuado como bisagra respecto a las solicitudes de las franquicias. “Y se ha resuelto bien. Al final, lo importante es que te contesten rápido, para darte seguridad. Al principio hubo cuellos de botella”, rememora. Otra rémora durante el año 2020 ha sido la diferente normativa que han aplicado comunidades autónomas. Por ejemplo, sobre los horarios.
OPTIMISMO EN LA AEF
De cara a 2021, Eduardo Abadía se muestra optimista. Entre otras razones, por las vacunas. “Una vez se solucione el problema sanitario, volverá la confianza. Ese ínterin hay que salvarlo de la mejor manera posible. Porque la gente ha salido y quiere consumir. Hay que tratar de salvar la situación económica”, reconoce.
Los socios de la AEF, según el propio director general, ven el futuro con buenos ojos. “Nos dicen que poco a poco empiezan a respirar. Quieren mantener el número de unidades, e ir creciendo poco a poco, con cabeza, y no a lo loco”, afirma el director general de la AEF.
Lo que sí está sucediendo es que el perfil del franquiciado cada día es más profesional. “Es posible que no queden todas las cadenas, pero tienen capacidad de adaptación. Ya lo han demostrado antes”, recuerda. Y concluye: “Las redes van a crecer. Será el año de la consolidación”.
