El uso de mascarilla se ha vuelto imprescindible en nuestras vidas debido al coronavirus. Al menos en España, lo tenemos como algo obligatorio, y por evitar esa multa de 100 euros, aguantamos lo que haga falta. Pero no todo es tan sencillo con el uso de estos elementos de protección. Hay quien sufre por el dolor que le producen las gomillas en las orejas, y hay quien no tiene ese problema, pero porque le están demasiado grandes.
En lugar de enfocarte en el problema, lo mejor es que empieces a buscar soluciones cuanto antes. Por suerte, tienes varias opciones con las que probar para estar lo más cómodo posible en tu día a día. Ya que es algo que debes usar a diario, conviene usarlo de la forma adecuada. Recuerda que ahora es mucho más fácil hacerse con una buena mascarilla, y si lo deseas incluso puedes encontrar dónde personalizarlas, y seguirán siendo igual de seguras.
La última opción
En realidad, de las opciones que puedes encontrar a tu disposición, esta es la más sencilla y rápida de todas. Y es que no vas a tener que salir de casa para hacerte con otra mascarilla. A menudo, los que más tienen este problema de tamaño con las mascarillas son los más jóvenes de la casa, pero con este sencillo truco que te vamos a proporcionar, verás como se ajusta perfectamente a su rostro.
Aunque tienes un vídeo para ponerte las cosas más sencillas, te lo explicaremos por si necesitas un apoyo extra. En primer lugar, doble la mascarilla por la mitad. No olvides dejar fuera la parte impermeable, la azul. A continuación, coge una de las gomas y haz un nudo que esté lo más cerca posible borde de la tela. Ahora tienes que repetir esta misma operación en el otro extremo de la mascarilla. Ahora dobla el borde duro de la mascarilla para darle la forma de la nariz. Mete hacia dentro de las mascarillas las esquinas puntiagudas. Para terminar, coloca y despliega la mascarilla para así ajustarla de forma que cubra correctamente desde la nariz hasta la barbilla.
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Cuidado de las mascarillas
Ahora que conoces las mejores formas en las que puedes adaptar tu mascarilla si te estaba grande, sería bueno recordar la forma en la que debes tratar a este elemento de protección. Para empezar, un error que se ha vuelto demasiado común, es el de llevar las mascarilla al puestas o bien colgando de una oreja, o bien en el codo. Hacer esto solo hará que captes más bacterias, lo que no es bueno para tu salud. En lugar de ello, cuando llegues a un lugar en el que puedas quitártela, lo mejor es que la guardes en un paquete o bolsa individual.
En lo que se refiere a la higienización, ya debes saber que las quirúrgicas no se pueden lavar. Después de cuatro horas de uso, deben ir a la basura, y no al suelo como hacen muchos. Siempre que adquieras una mascarilla que en el envasado exprese que es reutilizable, atiende a las instrucciones de cómo deben ser lavadas.
