viernes, 13 diciembre 2024

BBVA y Sabadell suman 20.000 M€ públicos y sin rastro del Estado en su consejo

La fusión de Caixabank y Bankia creará una pequeña singularidad en el tejido empresarial patrio, al incluir al Estado en su consejo. Algo no tan raro, dado el enorme coste, en forma de rescates, que han pagado los españoles para que se lleve a cabo. Aunque si se piensa bien, la verdadera anomalía que tendrá el futuro sistema bancario español es lo que ocurrirá con BBVA y Banco Sabadell. Así, ambas entidades crearán un gigante que cuenta con casi 20.000 millones de euros de dinero público sin contar con ninguna representación, por pequeña que sea.

Esa impresionante cantidad, en concreto 19.416 millones, viene muy de lejos. Más precisamente, se trata de la suma de cuatro cajas de ahorros rescatadas por el FROB, una entidad pública creada para ello, que permitieron que BBVA y Banco Sabadell las absorbieran: Catalunya Banc y Unnim Banc, para el primero, y Banco Cam (la antigua Caja del Mediterráneo) y Banco Gallego, en el caso del segundo. Así, la inyección de dinero público, las líneas de crédito avaladas por el Estado y las garantías otorgadas por ese monto final han permitido que hoy que se pueda decir eso de que su fusión dará lugar a un gigante de 596.481 millones.

De hecho, sin las ayudas públicas que sirvieron para rescatar a las citadas cajas el balance de uno y otro sería bastante menor. En concreto, hasta un 30% más pequeño. Así, la suma de activos de las cuatro entidades sobrepasa los 183.000 millones, con mayor peso para Catalunya Banc y para la CAM, por lo que sin esa cifra la historia sería diferente. Hasta el punto, de que la fusión de BBVA y Banco Sabadell apenas sería capaz de sobrepasar en tamaño a Banco Santander y sería un 50% más pequeño que el nuevo Caixabank.

BBVA EL MÁS BENEFICIADO, EN PROPORCIÓN, DE ESPAÑA

Si los fondos públicos los tratásemos como un botín, el gran vencedor sería BBVA. Y, a su vez, el gran tesoro habría sido Catalunya Banc. Aunque en realidad ocurrió más bien lo contrario y a más pérdidas, o peor gestión, mayor volumen de ayudas. Así, para que la entidad vasca se decidiese absorber los cerca de 52.000 millones de activos de la más conocida como Catalunya Caixa el estado tuvo que inyectarle cerca de 12.000 millones. Una cifra que directamente se olvidó de poder recuperar, como sí ocurrió con Bankia, al vender la firma por poco más de 600 millones.

En realidad, sí se mira con detenimiento las cifras se puede observar cómo fue el rescate de Catalunya Caixa y no el de Bankia el más costoso para el erario público. Así, el Frob pagó en torno a 10 céntimos por cada euro de activo en el balance de la firma que hoy preside José Ignacio Goirigolzarri, mientras que esa cifra asciende 25 céntimos en el caso de la catalana. A eso se le añade que de la primera se ha ido recuperando dinero, tampoco mucho, y su paquete accionarial todavía es del Estado.

La historia de la caja que en su día dirigía Narcis Serra, afiliado al PSC, se acabó cuando el BBVA pagó apenas 1,2 céntimos por cada euro de activos que añadió a su balance. Pero la entidad que presiden Carlos Torres todavía se beneficiaría de otro rescate más, el de Unnim Banco. El saneamiento de lo que en su día fueron Caixa Sabadell, Caixa Terrasa y Caixa Manlleu necesitó de unos 1.800 millones públicos. Aunque ese cargo se pagó finalmente a través del Fondo de Garantías, que sale del bolsillo de los bancos, por lo que al final el dinero comprometido fue de 650 millones.

BANCO SABADELL HA BAILADO CON LA MÁS FEA

Así, la utilización de dicho fondo ha permitido aliviar la carga final del rescate bancario para el erario público. En el caso de Unnim ha permitido que esos 650 millones computen como recursos comprometido y no como coste final. Una diferenciación que se aprecia en el Informe de Fiscalización del Tribunal de Cuentas. Esa fórmula es muy similar a lo ha ocurrido con Banco Sabadell y la CAM y que ha permitido que el desastre en que se convirtió la segunda ni se llevase por delante al banco catalán ni haya sido un agujero enorme para el erario público.

Un desastre, el de la caja, que llevó al exgobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, a calificarla en pleno 2011 como «lo peor de los peor». Hasta el punto, de que ha sido sin lugar a dudas la entidad que más fondos ha consumido, y que hasta hace nada seguía haciendo, en el rescate bancario español. En concreto, la suma total de recursos comprometidos, tanto por el Frob como por el sistema bancario a través del fondo, asciende a algo más de 26.300 millones que suponen unos 4.000 millones más que Bankia.

De dicha cifra, el Estado tiene comprometidos, aunque no computan como coste, hasta 4.443 millones, que se reparten entre líneas de crédito para obtener liquidez y garantías otorgadas en la venta. En el caso de ésta última partida se trata, principalmente, de activos fiscales diferidos para aminorar el pago de impuestos. A la cifra se le añade los 450 millones de euros de dinero público, esto sí aparecen como coste real, que costó el rescate de Banco Gallego que también ha acabado en el balance del Sabadell.


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