Estamos viviendo momentos muy difíciles como sociedad. La pandemia por el coronavirus, ha puesto evidencia un argumento claro y contundente que debe forman parte esencial en la mente de los ciudadanos: la prevención es la clave para acabar con los contagios. Es bien sabido por todos, que el uso de mascarillas es de carácter obligatorio, en todos los espacios públicos y privados, por lo que este tipo de prendas es, y será quién sabe hasta cuándo, una prenda indispensable de cara a no contraer el peligroso coronavirus. Cifras recientes, señalan que el Covid-19, le ha quitado la vida a más de 893.000 personas el mundo. Al sol de hoy, siguen apareciendo peligrosos rebrotes en diversas comunidades españolas.
Las mascarillas debemos llevarlas puesta con nosotros. Se te pueden quedar en casa las llaves, el móvil, pero las mascarillas jamás, es imperdonable. Lo cierto, es que el uso prologando de este accesorio, puede desencadenar una serie de problemas. Y es que, como estamos todo el día con las mascarillas puestas, hay cosas que debemos conocer, ya que también puede ponernos en otros apuros, que quizás no teníamos en cuenta. Conoce de primera mano, cuáles son los riesgos por llevar mascarillas por muchas horas, y cómo puedes darle un giro a esto para que no te coja por sorpresa.
1Lo que dice Sanidad sobre las mascarillas
Siempre es bueno ir conociendo esos detalles que vienen emanados desde las fuentes oficiales. Por ejemplo, la Organización Mundial de la Salud (OMS), y desde nuestro país, tenemos el Ministerio de la Sanidad. A lo largo de los meses, han sido muchos los llamados de atención que ha tenido que diversificar Sanidad, para el propio cuidado de los habitantes, para que al hacer uso de las mascarillas, las mismas puedan ser efectivas.
El mal uso definitivamente puede llevar a las personas a un lamentable contagio, y esto se puede evitar, desde el punto de vista de la prevención. De hecho, los organismos mundiales y nacionales, enfatizan la importancia del uso del gel hidroalcohólico, guantes, y las famosas mascarillas que han llegado para quedarse.
