Un avión de pasajeros ha sufrido un fuerte accidente este miércoles, tras protagonizar un aterrizaje defectuoso en la ciudad turca de Estambul. El Boeing 737-800 que efectuaba el vuelo PC2139, de la compañía Pegasus Airlines, realizaba el trayecto de Esmirna a Estambul. Las pésimas condiciones meteorológicas dificultaron el aterrizaje en el aeropuerto de Sabiha Gokcen, según ha informado la cadena NTV, que ha ofrecido imágenes del resultado final del avión.
El avión se ha partido en tres partes, según han informado diversos medios. Tras el incidente, el avión ha ardido. De ahí que haya resultado un milagro que ninguno de los 177 pasajeros y seis tripulantes haya fallecido. Es más, todos han sido evacuados sin que se hayan registrado heridas importantes. Por el momento todos los vuelos se han redirigido al aeropuerto internacional de Estambul, según han informado las emisoras turcas.
El medio turco Habertürk, tal y como recoge El Mundo, ha publicado un fragmento de una de las comunicaciones que se han producido tras el incidente. «Tras el descenso, nos hemos salido de pista y hemos ido a parar al terraplén. No puedo ver nada«, señalaba uno de los pilotos.
No es la primera vez que sucede algo similar con un avión de la aerolínea Pegasus Airlines. El pasado mes de enero se suspendieron todos los vuelos del aeropuerto de Sabiha Gökçen, después de que un avión se saliera de la pista debido al mal tiempo, en un caso similar al de este miércoles. La aeronave, que aterrizó en Sharjah, tenía 164 pasajeros a bordo y todos fueron evacuados de forma segura.