Los cambios estacionales empeoran patologías como la psoriasis o el acné

Como cada año, el frío ha llegado y con él vuelven problemas que pueden afectar nuestra piel. La bajada de temperaturas, la sequedad que provocan las calefacciones y los cambios estacionales afectan enormemente a las diferentes capas de la piel y empeoran patologías como la psoriasis, la dermatitis atópica o el acné. Con los cambios estacionales, la piel se reseca y, en ocasiones, ve comprometida su estructura y la función de barrera que realiza en el cuerpo humano. De esta forma, puede dejar de proteger frente a las agresiones del exterior.

El frío puede ser el causante de la dermatitis atópica (DA), un tipo de reacción en la piel que provoca picazón, hinchazón y enrojecimientos continuos», indica la doctora Elena Sánchez del equipo de Dermatología avanzada del Instituto Médico Ricart (IMR) de Ruber Internacional Paseo de la Habana. Durante los meses de bajas temperaturas, las calefacciones pueden resecar aún más la piel por lo que para estos pacientes, que pueden tener asociadas enfermedades como el asma y la alergia estacional, será esencial una buena hidratación de la piel, así como el uso de tratamientos co-adyudantes. «La dermatitis atópica, de hecho, constituye una enfermedad inflamatoria cutánea crónica y está considerada el tipo de eccema más frecuente en todo el mundo, aunque es más frecuente en los países desarrollados», asevera esta especialista.

Por otro lado, en invierno, «enfermedades como la psoriasis empeoran y pueden llegar a afectar a las articulaciones, además de provocar enrojecimiento, descamación, dolor e hinchazón. Tan solo mejora en los meses de primavera y, sobre todo, en verano gracias a los efectos de una mayor exposición de los rayos ultravioletas», asegura el doctor Ricardo Moreno, dermatólogo de IMR de Ruber Internacional Paseo de la Habana.

La psoriasis puede presentar brotes «sobre todo ante picos de estrés, infecciones, la ingesta de determinados medicamentos, así como con cambios de temperatura», asegura el doctor Ricardo Moreno, por lo que se recomienda para minimizarlos o prevenirlos «un buen control de estos factores, aunque es muy difícil un control absoluto de los brotes de psoriasis», aclara. Eso sí, tener un control médico cuando el frío hace aparición «ayudará el controlar todos los factores» que influyen.

Aunque el frío es uno de los principales causantes de problemas en la piel, la realización de hábitos de vida saludables mejora considerablemente la calidad de vida de los pacientes. Los especialistas recomiendan, fundamentalmente, el control del estrés, la adopción de una dieta equilibrada, la eliminación de hábitos nocivos como el tabaco o el alcohol, y la realización de manera periódica de actividad deportiva, hábitos que ayudan a controlar la sintomatología.

Con respecto a la ropa, los especialistas del Instituto Médico Ricart (IMR) de Ruber Internacional Paseo de la Habana remarcan que «en las pieles más secas o delicadas, deberemos prevenir el uso de prendas de licra o de tintes oscuros y, sobre todo, utilizar prendas de algodón. También sería útil el evitar suavizantes a la hora de lavar estas prendas». Los doctores Elena Sánchez y Ricardo Moreno, remarcan la importancia de hidratarse bien y recomienda el consumo de dos a tres litros de agua al día, así como «ayudarnos de alimentos antioxidantes» como zanahoria, naranja, mango, calabaza, brócoli, boniato o calabacín, además de otros alimentos que protegen la piel como cereales, pescado, pan integral o frutos secos.

Estos expertos recomiendan, además, el uso de un jabón hidratante que no sea desengrasante para la higiene diaria, así como utilizar una leche o loción acorde al nivel de sequedad. Para los tratamientos tópicos, consideran imprescindible acudir a un dermatólogo para que les ayude en la correcta elección de los más aconsejables y para que aporte claves y pautas para corregir o evitar los brotes de las diferentes patologías cutáneas.

Asimismo, y según explican los doctores Sánchez y Moreno, el uso de colonias y perfumes está contraindicado, ya que pueden aumentar la irritación de la piel y también es aconsejable mantener una rutina de fotoexposición controlada. «En invierno también hay que aprovechar los beneficios de la radiación ultravioleta, puesto que actúa sobre las células de la epidermis que produce un efecto inmunomodulador».