El Gobierno del primer ministro británico, Boris Johnson, ha avisado a Gibraltar de que un Brexit duro provocará una interrupción del suministro de mercancías y retrasos fronterizos de más de cuatro horas en la circulación de personas. A pesar de las advertencias, el Ejecutivo gibraltareño manifiesta mayor optimismo y no prevé retrasos tan significativos como los anunciados desde Londres.
Estas advertencias figuran en los documentos internos de la denominada ‘Operación Martillo Amarillo’, el plan de contingencia para un Brexit duro que el Ejecutivo británico ha publicado, como le había reclamado el Parlamento.
Documentos internos del Gobierno británico plantea dudas sobre la legislación aprobada por Gibraltar en caso de Brexit sin acuerdo
En el mismo, se alerta sobre una interrupción de servicios como el traslado de alimentos, medicamentos y el transporte transfronterizo de residuos, así como el paso de trabajadores, residentes y turistas al otro lado de la frontera.
Además, los servicios transfronterizos y el flujo de datos también se verán afectados. Estos retrasos afectarían «negativamente en el largo plazo» a la economía del Peñón, que no habría invertido en planes de contingencia «pese a la prórroga para la salida» de la Unión Europea.
En este sentido, el documento expresa sus dudas acerca de que Gibraltar no haya aprobado toda la legislación necesaria en el caso de que no haya un acuerdo para la salida ordenada del Reino Unido, lo que podría provocar «lagunas legales» y ciertos «riesgos».
En cualquier caso, tal y como detallan los documentos internos de la ‘Operación Martillo Amarillo’, las previsiones del Ejecutivo gibraltareño son más optimistas que los del propio Reino Unido. «Gibraltar prevé retrasos significativamentes menores en la frontera», aseguran.
ESPAÑA ANTE EL BREXIT SIN ACUERDO
Desde España también se anticipan soluciones ante el impacto que puede acarrear para la economía un Brexit caótico. Ante esta posibilidad, la ministra de Economía y Empresa, Nadia Calviño, ha tendido la mano a todos los agentes, comunidades autónomas, agentes sociales y sectores económicos, para trabajar conjuntamente y minimizar el impacto del Brexit, durante su intervención hace un par de días en la última sesión de control al Gobierno en el Senado.
Aunque ha hecho hincapié en que los alarmismos “estériles y paralizantes no sirven para nada”, Calviño también ha asegurado que el otoño viene cargado de retos “muy importantes”, puesto que el crecimiento económico de la zona euro se ha moderado de forma “notable” y ha avisado además de que se ha producido un aumento de la persistencia de las tensiones comerciales que está provocando un impacto en el comercio y, sobre todo, en el sector manufacturero español. Calviño tampoco ha dejado de lado que pueden aumentar las dificultades por las economías emergentes.
Respecto al Brexit, la ministra ha asegurado que, si es desordenado, este puede tener un impacto negativo adicional en la economía. “La situación cambia de hora en hora y es muy difícil aventurar cuál va a ser la situación en unas semanas, pero como Gobierno responsable tenemos que prepararnos para cualquier eventualidad”, ha remarcado.
En este sentido, ha recordado que el Gobierno se ha anticipado en todo momento preparándose para la salida de Reino Unido, como hizo con la aprobación en marzo de un real decreto en esta materia.
Tras esto, la ministra ha dejado claro que el primer punto de acción para el Gobierno son los cientos de miles de españoles que viven en Reino Unido.
De hecho, ha recalcado que el Gobierno ya ha reforzado los departamentos consulares para que en caso de que haya un Brexit sin acuerdos se puedan tramitar los visados con rapidez.
Además, en el ámbito de las exportaciones, sobre todo en el ámbito agrario, la ministra ha subrayado que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ya está preparando también este terreno con los organismos comunitarios.
