El exceso de volumen, la ausencia de música o el uso de la radio son los errores más frecuentes en el funcionamiento de un bar. Conocer la personalidad del local y de los clientes y tener en cuenta el momento del día es esencial para gestionar correctamente la música del local. El jazz provoca hambre y aumenta el gasto medio por cliente
Multitud de estudios han demostrado que la música influye en el estado de ánimo y la salud. Por esta razón, es utilizada como herramienta de atracción y retención de clientes en diversos sectores, incluido el de la restauración.
Tal es su importancia que existen especialistas en marketing gastronómico encargados de elegir el tipo de música en función de la acción que se quiere despertar en el comensal.
Storyous, el primer sistema de gestión y control de la información diseñado exclusivamente para el sector de la restauración, analiza los elementos que hay que tener en cuenta a la hora de utilizar la música para mejorar la experiencia del cliente en un establecimiento:
La personalidad del local: hay que conocer el tipo de negocio y el local. Si se quiere que los clientes consuman rápido, el ritmo de la música también debe serlo. Por el contrario, si lo que se busca es alargar la estancia del cliente en el restaurante y ofrecer una comida relajada, se optará por un hilo musical tranquilo y pausado.
Además, la temática del local también es un factor que hay que tener en cuenta a la hora de elegir la música ya que ésta deberá ir acorde con el espacio y su filosofía. Un estudio llevado a cabo por la Universidad de Oxford mostró que los restaurantes de comida india obtienen mejores resultados con la música rock, los italianos con música clásica y los chinos con el pop y el jazz.
Otros estudios revelan que la música influye en el gasto de los clientes pudiéndose llegar a aumentar el consumo en un 20% con el jazz y la música clásica.
Tipo de cliente: el cliente es el centro en cualquier negocio y por esta razón es importante adaptar la música a sus gustos y preferencias. Si el público es joven se optará por las últimas tendencias musicales. Con un público de edad media se puede jugar con distintas décadas. Con los más mayores hay que tener especial cuidado, ya que están menos acostumbrados a la música actual.
La forma más fácil de crear una lista de reproducción que se adapte al ambiente del local es preguntar a los clientes de confianza.
Momento del día: en un negocio es importante interpretar y saber jugar con los tiempos. Por las mañanas es preferible optar por música más relajada e ir subiendo el ritmo y la intensidad a medida que pasa el día.
¿Qué se debe evitar con la música en un local?
Al igual que la música puede mejorar la experiencia gastronómica en un restaurante, también puede ocurrir lo contrario. Por ello, además de elegir bien los temas, hay que tener en cuenta:
Volumen: los clientes quieren disfrutar de una comida agradable en compañía y tener que levantar la voz para poder hacerlo resulta molesto. Es importante controlar que el volumen de la música sea el adecuado.
No tener hilo musical: Al igual que el exceso de volumen puede ser perjudicial para la marcha del negocio, también puede serlo el no contar con música que llene los silencios entre conversaciones.
La radio: El poner la radio provoca en el cliente una sensación de dejadez que afecta a la imagen del negocio. Además, resultan incómodos los anuncios y los comentarios de la radio.
Los propietarios de restaurantes también deben tener en cuenta que hay una regulación concreta con respecto al nivel de ruido que deben cumplir. Además deben obtener unas licencias para poder poner música con derechos de autor de forma pública. Estos derechos y la propiedad intelectual es competencia de la SGAE, AGEDI O AIE, por lo que es necesario abonar las tarifas correspondientes para poder hacer uso de la música en lugares públicos.
Fuente Comunicae