Sean fabricantes de cerraduras o cerrajeros profesionales, todos los implicados en la interrupción de entradas fraudulentas, han de ir por delante de los ladrones
Un verdadero especialista siempre conocerá todos los métodos de robo, así como también la manera de obrar par impedir que se lleven a la práctica. Se pueden dividir los métodos de robo según varios factores.
Por ejemplo, se pueden dividir entre los invasivos o técnicos, o sea, entre los realizados por la fuerza o mediante habilidades e instrumental específicos.
En una comunidad de vecinos muy frecuentada, con vigilancia y bien iluminada, los ladrones no podrían hacer mucho ruido ni estar maniobrando durante mucho tiempo, lo contrario de lo que ocurría en un hogar aislado.
En este último caso habría que pensar en sistemas antirrobo que evitasen método como el de la palanca, el taladro, las sierras etc. y por supuesto otros muchos.
Es recomendable que las puertas sean por lo menos blindadas, y preferiblemente acorazadas.
Hay que tener en cuenta (si es necesaria máxima seguridad, como pueda ser en el caso de la casa aislada anteriormente expuesto), la instalación de la cerrajería. Los ladrones desarrollan técnicas casi imposibles de detener, lo que hace que tengan que actualizarse a menudo los sistemas de cerrajería, o al menos ciertos componentes de ellos.
Para resumir, una casa esté protegida al 100% de las entradas fraudulentas, además de protección en accesos exteriores y ventanas, deberá contener puertas con vinculación a cerraduras de máxima seguridad antitaladro, antibumping, antitarjeta, antiimpresioning, antiganzúa, antiextracción, antisierra etc.
Pero también hay que recordar que durante las vacaciones, hay que tomar otras medidas. Por ejemplo, no se deberán realizar preparativos que llamen la atención a posibles acechadores. Especialmente en el caso de largas temporadas de ausencia, es muy importante que los cacos no sepan que la casa está vacía.
Fuente Comunicae