Con la constante subida del precio de la electricidad, la rentabilidad que ofrecen las bombillas LED va en aumento, según SuperLEDs
Las bombillas LED llegaron hace ya algunos años, pero su penetración en el mercado sigue creciendo por sus numerosas ventajas con respecto a la iluminación tradicional. La tecnología LED es conocida, principalmente, por el ahorro energético en hogares y empresas, que ronda el 80%: más incluso si se trata de bombillas con intensidad regulable. No obstante, durante mucho tiempo se han relacionado los productos LED con una inversión económica inicial y un ahorro en el largo plazo, pero los precios ahora han bajado y encontramos bombillas LED baratas con mucha facilidad, de marcas tan conocidas como V Tac, Bridgelux, Epistar, etc.
El paso a la iluminación LED es importante también para el medio ambiente. El ahorro energético beneficia tanto al usuario como a la naturaleza: la vida de las bombillas LED dura unas 50.000 horas, frente a las 2.500 de las antiguas, y resisten mejor los golpes y las vibraciones. El hecho de tener que renovarlas menos amortiza su precio y produce menos deshechos. Además, al contrario que las bombillas halógenas o las fluorescentes, las bombillas LED no contienen mercurio ni tungsteno, por lo que, cuando se tiran, no tienen tanto impacto medioambiental: reducen las emisiones de CO2 un 80%. Finalmente, la iluminación LED no produce tanta contaminación lumínica cuando se utiliza en el exterior.
La tecnología LED presenta todavía más ventajas para las personas. Su luz es más nítida y brillante, reflejando los colores con mayor precisión, y se instalan con facilidad, por lo que el cambio en los hogares es muy sencillo y sin obras. Asimismo, las bombillas LED permiten ahorrar en productos como ventiladores y aparatos de aire acondicionado, porque emiten mucho menos calor que las bombillas tradicionales al transformar toda la energía en luz, y no en aumentar su temperatura.
Además de las bombillas LED, existen más productos que emplean esta tecnología, como los downlight LED. Su forma redondeada recuerda a los ojos de buey clásicos, pero tienen todas las ventajas de la iluminación LED. Los downlight LED ultra finos, por ejemplo, se integran a la perfección en los techos y apenas sobresalen, uniendo así el ahorro de la tecnología LED con una estética de ojo de buey mejorada. También los hay algo más gruesos, regulables, orientables etc. Las posibilidades de la iluminación LED son casi infinitas, se adaptan a cualquier estancia y mejoran su rendimiento de forma garantizada.
Fuente Comunicae