sábado, 14 diciembre 2024

Los 4 conflictos del Medio Oriente que seguirán en pie cuando el EI caiga

Abu-Nasr para Bloomberg

El Estado Islámico (EI) aún intenta mantenerse firme en Siria e Iraq. Sin embargo, la región no descasará hasta derrocar al grupo, por lo que se prepara para una guerra de influencia entre los jugadores regionales e internacionales que entraron en conflicto con los militantes radicales.

Una señal del incremento en las tensiones emergió en Líbano este sábado, cuando el primer ministro de ese país, Saad Hariri, anunció abruptamente su renuncia y culpó por ello a Irán, su rival para la hegemonía regional.

“Ahora comienza la verdadera guerra»

“Ahora comienza la verdadera guerra, después de que los jugadores dejan de luchar contra su enemigo en común, el EI”, comentó Sami Nader, presidente del Instituto de Asuntos Estratégicos de Beirut.

Irán y Arabia Saudita

En su discurso de renuncia, Hariri se refirió “inequívocamente a Irán”, cuando dijo que “que siembra sedición, devastación y destrucción en cualquier lugar donde se asienta”.

La República Islámica ejerce influencia en el Líbano a través del grupo militante Hezbollah, pero esa es sólo una de las naciones árabes donde Irán ha expandido su presencia desde que las revueltas sacudieron al Medio Oriente en 2011.

También desplazó a las milicias chiítas del Líbano, Iraq y Afganistán para luchar contra los grupos sunitas y los militantes del EI en Irak y Siria. Y envió un grupo de ayuda a los rebeldes que combaten a una coalición liderada por Arabia Saudita y Yemen.

Los acontecimientos en el Líbano son “obviamente una señal de que las tensiones entre Irán y Arabia Saudita han empeorado”, según Alef Advisory, una firma de asesoría de riesgo político.

Israel-Hezbollah

Las tensiones entre Israel y Hezbollah se han intensificado a medida que la guerra en Siria se desvanece. Los líderes israelíes dijeron que no tolerarán una presencia iraní permanente en Siria y que toda la infraestructura del Líbano será atacada, no sólo la de Hezbollah.

Mucho ha cambiado desde que los equipos lucharon por última vez hace 11 años. Los combatientes de Hezbollah están exhaustos y experimentados tras años de lucha en Siria. También cuentan con numerosas y sofisticadas armas. Para Israel, una nueva guerra con Hezbollah significa la confrontación en dos frentes: Líbano y Siria.

“Puede ser que Hezbollah, que ahora quedará solo para cargar con toda la culpa y responsabilidad por los desafíos del Líbano, esté motivado para iniciar más pronto un conflicto con Israel”, comentó Daniel Shapiro, ex embajador de Estados Unidos en Israel y actual miembro del Instituto de Estudios de Seguridad Nacional en Tel Aviv.

Turcos y kurdos

Turquía se ha convertido en un jugador importante en Siria, al unirse a la coalición liderada por Estados Unidos contra el Estado Islámico y enviar tropas a través de la frontera para expulsar a los milicianos.

«Turquía nunca permitirá la formación de un corredor de terror en Siria»

Pero el EI no es el único adversario de Turquía en Siria: la nación está igualmente preocupada por los combatientes kurdos-sirios, cuyas ganancias territoriales a lo largo de la frontera turca amenazan con envalentonar a los separatistas kurdos-turcos. El presidente Recep Tayyip Erdogan aseguró que su país nunca permitirá la formación de un “corredor de terror en Siria”.

“Las tensiones no se intensificarán en una confrontación militar”, aseveró Nader. “Pero Turquía continuará presionando para mantener a los kurdos lejos de las conversaciones de paz sirias, para que no tengan poder en su reclamo de autonomía”.

Iraquíes y kurdos

En Iraq, la atención se desviará hacia el interior del país una vez que el EI haya sido derrotado. El norte de la nación, rico en petróleo, ya fue desestabilizado en las últimas semanas por un enfrentamiento entre el Gobierno central en Bagdad y el regional del semiautónomo Kurdistán.

Después de que los kurdos votaron abrumadoramente por la independencia en un referéndum en septiembre, las fuerzas iraquíes, respaldadas principalmente por milicias chiítas financiadas por Irán, retomaron el mes pasado el disputado Kirkuk y los campos petrolíferos circundantes.

“La opción militar todavía está presente en Iraq”, advirtói Nader. “Hay una población kurda insatisfecha y los sunitas siguen marginados. No tienes una receta para la estabilidad”.


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