Harvey tocó tierra en Texas como huracán de categoría 4, evocando de inmediato comparaciones con Katrina, Ike y Sandy. Sin embargo, se comprobó que se trata de una bestia diferente. Según la escala Saffir-Simpson, a los huracanes se les clasifica por la velocidad del viento, pero la realidad esto no determina su verdadera capacidad de ser letales.
Katrina, Ike y Sandy fueron conocidos por su oleada inicial y cada uno golpeó áreas densamente pobladas, dejando resultados devastadores. Pero como huracanes, todos viajaron mucho más que Harvey, provocando fuertes lluvias incluso antes de tocar tierra. Esta vez, el ciclón de la temporada sólo alcanzó la categoría 4 poco después llegado a Texas, disminuyendo las probabilidades de que se fortalezca.
No obstante, aún es casi seguro que Harvey consiga ocupar un lugar destacado en la historia de los huracanes, por el efecto que tendrá sobre Houston. “Cada tormenta es conocida por una de tres cosas: viento, oleaje o la lluvia que provoca. Ésta entre en la tercera categoría. Sus vientos se están debilitado pero la lluvia no y podría mantenerse así por cuatro o cinco días más”, advirtió Phil Klotzbach, investigador de la Universidad Estatal de Colorado.
Se teme que Harvey provoque daños severos en Houston.
Según el Centro Nacional de Huracanes, alrededor de 63,5 centímetros de lluvia ya han caído sobre el área de Houston y se esperan al menos otros 91,4 centímetros. “Lloverá por unas 100 horas más. No podemos expresar con palabras el impacto que esto tendrá cuando todo termine. No hay comparación histórica. Es una tragedia de proporciones épicas”, aseguró Todd Crawford, meteorólogo de The Weather Company.
Lluvia concentrada
La precipitaciones se han concentrado mayormente en una parte de Texas. La tormenta está casi inmóvil y regresa lentamente al Golfo. Esto se debe a que se encontró con dos sistemas de alta presión. Uno está anclado en California, provocando una ola de calor. El otro está llevando buen tiempo al noreste de los Estados Unidos.
La tormenta está casi inmóvil y regresa lentamente al Golfo de México.
Ambos sistemas han mantenido alejadas a dos fuertes corrientes de viento, que son fundamentales para el movimiento el huracanes. “Es una pequeña piedra en un arroyo estancado. No hay flujo para hacer que se mueva”, explicó Klotzbach.
Durante todo un día, Harvey se ha mantenido en el noroeste de Victoria, Texas, porque los sistemas tropicales están girando en sentido contrario a las agujas del reloj. Esto provocó que las lluvias abandonaran el Golfo México y llegaran a Houston. Según Dad Pydynowski, meteorólogo de AccuWeather, estas situaciones meteorológicas se mantendrán hasta al lunes o incluso después.
Advertencias de inundación
Posibles inundaciones en Houston han sido el miedo principal de los meteorólogos por casi una semana. El martes, el Centro de Predicción Climática de los Estados Unidos advirtió que Houston y la costa de Texas experimentarían fuertes lluvias por la llegada de Harvey. El pronostico se hizo antes de que la tormenta se convirtiera en huracán y no fuera nada más que ráfagas de fuertes precipitaciones sobre la península de Yucatán, en México.
En Houston las fuertes lluvias se mantendrá hasta lunes o incluso después.
Al principio, a Harvey se le comparó con Katrina, Ike y Sandy. Pero en realidad no tiene nada en común con ellos. Dennis Feltgen, vocero del Centro Nacional de Huracanes, explicó que la escala Saffir-Simpson no toma en consideración la “oleada de tormenta”, una de las fuerzas más destructivas que un ciclón tropical puede desencadenar.
Katrina, que tocó tierra como huracán de categoría 3, provocó el mayor desastre climático de los Estados Unidos, matando a al menos 1.800 personas y causando daños por 160.000 millones de dólares (134.00 millones de euros). Sandy fue el segundo más caro y sólo era de categoría 1 antes de ser descendido a un híbrido a su llegada a Nueva Jersey.
Mientras que Ike es el tercer huracán con las mayores pérdidas económicas y cuando borró del mapa a la península de Bolívar, en Texas, era de categoría 3. “Las cifras de daños muestran una falla en la escala Saffi-Simpson”, aseveró Klotzbach. A muchos meteorólogos les gustaría deshacerse de ellas, o reemplazarla por algo mejor, pero está “profundamente arraigada en la gente”.