Después de muchos años en el olvido, la ginebra y la tónica han resurgido como el Ave Fénix de sus cenizas para convertirse en uno de los combinados más consumidos. Juntas se han convertido en la bebida de moda. Una tendencia que le ha venido como anillo al dedo a Schweppes, que gracias a ello cada vez está más presente en los momentos sociales de las personas. Sus ventas se han reforzado y viene para quedarse.
Sólo hace falta ver los datos de la marca para comprobar lo bien que le ha sentado dicho auge. Atrás quedaron los años en los que las ventas de Schweppes en Europa caían consecutivamente ejercicio tras ejercicio y en los cuales, para mejorar la rentabilidad, redujeron los precios de venta en España. Su mercado incluso llegó a estancarse.
Años después ha remontado y su consumo ha aumentado un ocho por ciento en 2015 y cinco puntos en 2016, vendiéndose 129 y 135 millones de litros respectivamente.
No se sabe si el gin-tonic ha relanzado la tónica o viceversa. Lo cierto es que esta moda ha provocado un aumento en el consumo de tónica Schweppes, lo cual también se nota en sus planes estratégicos. Este auge le ha llevado a invertir y apostar por la innovación en sus productos. La clásica tónica Schweppes se ha renovado y se ha adaptado a las nuevas tendencias con nuevos sabores y nuevas ofertas Premium. Con su último lanzamiento, Tónica & Matcha, pretende redefinir su esa gama más exclusiva de tónicas y mixers y triplicar sus ventas.
El consumo de tónica Schweppes aumentó un 8% y un 5% en los últimos dos años
Pero el tándem ginebra-tónica no es cosa de hace dos años. Ya en 2011 las ventas de Schweppes crecieron un 11%, un incremento que, de no ser por esta tendencia, posiblemente no se habría producido y el cual ha permitido a la tónica escaparse de la crisis.
Sin embargo, Schweppes no se conforma sólo con ello. Su estrategia a futuro es ir más allá del Gin-Tonic. Para ellos, la combinación ginebra-tónica ha marcado un antes y un después a la hora de tomarse un combinado. Mientras antes los consumidores no tenían en cuenta muchos aspectos, ahora demandan una mayor calidad que implica todo: el vaso en el que se sirve, los hielos, la temperatura y también el cómo se prepara el combinado. Lo bueno es que estas técnicas se pueden mantener e incluso explotar cuando la moda llegue a su fin. Precisamente esta es la estrategia de la empresa, generar una exigencia en el consumidor e ir más allá del gin-tonic.
Se trata de un deseo difícil de conseguir. El creciente consumo de tónica avanza a la par de la ginebra. Su popularidad viene por que esta última se ha convertido en la segunda bebida espirituosa más consumida tanto dentro como fuera de casa. Tanto que supone el 14% del total de los litros de bebidas espirituosas, con un crecimiento de cinco puntos y medio.
Creadores de experiencias
Schweppes ha tenido que adaptarse a los nuevos tiempos y pensar en el conjunto. Esto lleva a la empresa no sólo a potenciarse como marca única, sino como el conjunto perfecto a la hora de tomarse una ginebra. Lo ha tenido que hacer porque aunque la mayoría de su consumo se hace sólo (sin ninguna otra bebida combinada), el consumo y la moda del gin-tonic está ahí. Tanto que Schweppes ha tenido que redefinirse apostar por el combinado, que supone el 40% del total.
Esta nueva apuesta pasa por la creación de nuevas experiencias en el consumidor. Unas vivencias que pasan por estar presente en todo ese entorno que rodea el momento social de consumo. Formar parte del placer de tomarse una copa con amigos un fin de semana o después de una jornada laboral.
Rejuvenecimiento
El gin-tonic también les ha rejuvenecido. Antes de iniciarse esta moda, su público rondaba los 40 años. De hecho, según el informe del consumo de alimentación en España del año 2016, los principales consumidores de ginebra son parejas, con o sin hijos. Este segmento se ha modificado y la compañía empieza a protagonizar un acercamiento hacia menores rangos de edad.
Sin embargo, no está entre sus planes apartarse de ese segmento más exigente a la hora de consumir bebidas. El mayor de 25 años, que se caracteriza por un nivel económico más elevado a los de menor edad, personas trabajadores y que no sólo asocian el alcohol a salir de fiesta, también a tomarse algo después de comer y de cenar con sus amigos o familiares.
Y es que, sin duda, Schweppes está en un momento muy bueno. El gin-tonic ha fortalecido su consumo, tanto que las ventas en nuestro país, junto con las británicas, han compensado la caída registrada en Francia en el primer semestre del año. Sólo en España, han alcanzado los 420 millones de euros en 2016. Las perspectivas para 2017 son buenas y muestra de ello es que prevé acelerar las iniciativas en el canal local. Pero ya no es sólo eso, el objetivo de Schweppes es afianzarse, seguir creciendo e incluso ir más allá del gin-tonic.