Predecir el futuro resulta complicado, pero a veces suena divertido. Sobre todo, porque muchas veces imaginamos cosas locas que, años más tarde pueden cumplirse. ¿Alguien pensaba hace 30 años que tendríamos un teléfono móvil? Ahora, en cambio, no nos despegamos de ellos. Científicos de DARPA, una compañía especializada en Defensa, ha hecho una serie de previsiones de las tecnologías que nos acompañarán en 30 años. Algunas de ellas resultan, cuanto menos, inquietantes y revolucionarias.
El cerebro, una CPU
¿Te imaginas ser capaz de controlar absolutamente todo lo que te rodea con el cerebro? Según DARPA esto será posible en 2045. Nuestro cerebro será el que se ocupe de gestionar absolutamente toda las tecnologías que nos rodeen. Podremos ordenar poner la lavadora sólo con pensarlo, o conectar la lavadora.
Resultará también muy útil en algunos avances médicos. El Doctor Justin Sánchez explica que para los minusválidos puede tener una gran utilidad. Podría conectarse una férula que les ayude a andar, y que -a través del cerebro que tendrá un implante coclear- les permita andar. Pero también será fundamental en las relaciones personales. Podremos comunicarnos con nuestros amigos con sólo pensar en esa persona y transmitir el pensamiento que queramos. ¡Nadie se enterará de nuestras conversaciones! ¿O sí?
¿Quieres que llueva? Aquí tienes agua
Los meteorólogos se van a quedar sin trabajo. La tecnología va a ir avanzando hasta el punto de que habrá herramientas y productos que ayuden a evitar y prevenir las sequías. O al revés, las inundaciones. De este modo, seremos capaces de decidir qué necesitamos en cada momento. Algo que ayudará a mejorar, por ejemplo, las cosechas y evitará muertes por fenómenos de la naturaleza.
La teletransportación
No me dirás que nunca has deseado poder teletransportarte. No tener que gastar horas en moverte de un sitio a otro. En 2045 será posible gracias a la tecnología. Llegará al punto de que los repartos de comida a domicilio, por ejemplo, desaparecerían. Según los cálculos de esta compañía, la recogeremos en el restaurante y nos la llevaremos directamente a casa. Sin necesidad de intermediarios y de que la comida pueda enfriarse.
Ahora bien, este desafío requerirá de una gran inversión de dinero por parte de la iniciativa privada. De ahí que pueda retrasarse algunos años más.
Los viajes en el tiempo
Esto sí que parece de ciencia ficción. Pero será una realidad, aunque «sólo será empleado por los militares. Será una cuestión de Seguridad Nacional», dicen desde la compañía que asegura -además- que la tecnología para desarrollarla está cada vez más cerca.
¿Te imaginas poder viajar a la época de Isabel II? ¿O saber qué va a ocurrir dentro de 50 años? Lo que no sabemos todavía es si se podrá interactuar con el futuro y el pasado, de modo que podamos alterar el rumbo de la historia.
Compañeros y amigos de los robots
La inteligencia artificial hará que las máquinas sean capaces de interactuar 100% con nosotros. Hasta el punto de que cooperarán con los humanos para hacer tareas que no podemos desarrollar. Es decir, llevar al máximo nuestras habilidades. Además, los robots ya podrán hacer trabajos que hasta ahora requerían de la supervisión de un humano, sobre todo en el transporte. Se acabó eso de tener un piloto en el avión o el capitán en el barco. A partir de 2045 serán ellos los que controlen la situación, porque podrán hacerlo más rápido, con más seguridad y -no sólo eso- podrán predecir qué va a ocurrir en el viaje y -de ese modo- prevenir posibles accidentes.
Tarifa de datos ilimitada
Se acabaron las restricciones. Seremos capaces de tener conexión a Internet ilimitada en todo momento. Tiene su lógica, habida cuenta de que la mayor parte de las tecnologías que desarrollaremos necesitarán el apoyo de la Red. Así que prepárate porque esto tiene pinta de que conllevará una subida de las tarifas de teléfono.
Colonias espaciales y viajes espaciales
En esto andan a la par con el fundador de Space X, Elon Musk, quien ya prepara su primer gran viaje espacial para el 2020. Según sus cálculos en 2022 podrá comenzar la construcción de infraestructuras en Marte para que, dos años más tarde, puedan viajar los primeros autobuses interestelares.
Eso sí, el precio no es pato para todos los gustos, porque rondará los 300.000 euros por billete. Un pastizal. Pero sea como sea, parece que es una oportunidad que está muy cerca.
Inmortalidad virtual
El cuerpo morirá, pero nuestra cabeza permanecerá. Los ordenadores ya no vendrán con ranura SD, traerán conexión para el cerebro. De ese modo, podremos cargar nuestra capacidad intelectual a la máquina -aun después de muertos-. De este modo, las mentes más brillantes no tienen por qué morir. Una especie de ‘bonus’ extra a la vida.
Nuevos materiales
Los avances científicos van a hacer que, poco a poco, dejemos de utilizar materiales pesados como el hierro y el acero, para pasar a construir con otro tipo de elementos. Todo con avances moleculares que permitirán hacer, por ejemplo, un edificio muy alto, fuerte como si estuviera hecho de acero y que, en cambio, será tan ligero como si estuviera hecho de carbono.
Ayudará mucho a esto también la tecnología 3D, que permitirá hacer elementos que jamás habíamos imaginado con una rapidez y sencillez inusitadas.