Se ha estrenado recientemente uno de los estrenos más esperados de Netflix de los últimos tiempos. Hablamos de la película ‘No mires arriba’, una sátira de la condición humana y de la sociedad norteamericana, como otras que ha hecho su prestigioso director, Adam McKay (‘La gran apuesta’, ‘El vicio del poder’, ‘Los amos de la noticia’…). Pero lo más «aterrador» es que está inspirada en hechos reales, y eso dice poco de lo que nos podría deparar si realmente un objeto exterior pudiera destruir el planeta y a nuestra especie, que es lo que cuenta este film.
UNA HISTORIA NO TAN ORIGINAL PERO CON UN REPARTO DE LUJO
Como veis la premisa ha sido contada muchas veces: la llegada de un cometa o meteorito que va a impactar en la Tierra y eliminar la vida en general y la humana en particular. Una pedrusco de un tamaño de casi 10 km, suficiente para ello. De hecho, se les llama «destructor de planetas».
Sin embargo, McKay lo aborda desde el punto de vista sociológico, como excusa para analizar la creciente estupidez humana en forma de intereses políticos, redes sociales, enriquecimiento, corrupción, postureo y negación de la realidad. Y todo ello con un reparto de campanillas: Leonardo DiCaprio, Jennifer Lawrence, Rob Morgan, Jonah Hill, Mark Rylance, Tyler Perry, Ron Perlman, Timothée Chalamet, Ariana Grande, Cate Blanchett y Meryl Streep, que realiza un inusual papel histriónico de una presidenta de Estados Unidos corrupta y superficial.
NO ES UNA HISTORIA REAL PERO SÍ INSPIRADA EN MUCHOS HECHOS REALES
Obvia y afortunadamente, no hemos vivido una catástrofe así, porque no viviríamos para contarlo, además. Sin embargo, si ha habido ya alertas de posibles objetos que podrían chocar con la Tierra. Recordemos que ‘Mira hacia arriba’ cuanta eso, el descubrimiento de dos astrónomos de bajo nivel (Jennifer Lawrence y Leonardo DiCaprio) de un asteroide que casi con un 100% de probabilidad impactará con nuestro planeta en 6 meses y medio. El propio gobierno norteamericano se lo toma en parte a chufla, por lo que optan por extender mediáticamente el peligro para que reaccionen.
¿EN QUÉ SE HA INSPIRADO ‘NO MIRES ARRIBA’?
Hay por tanto una parte real de la historia, al margen de lo muy real que nos parecerán las reacciones humanas y el absurdo de muchas situaciones. En parte Adam McKay, que firma la historia y el guion también, se basó en la situación provocada por el covid, derivando en extremos como histeria o negación, bulos, sobreinformación, etc.
También se ha basado en algo de ficción, concretamente en un clásico del cine como ‘Tiburón’. Al igual que en ‘No mires arriba’, en la película de Spielberg también los mandatarios, en ese caso del ayuntamiento, restaban importancia a la amenaza del escualo y no querían perder el negocio turístico. En la película de McKay pasa algo parecido pero a gran escala.
MCKAY LO TENÍA MUY CLARO
En una entrevista durante el panel de Deadline Contenders Film en Los Ángeles, McKay especificaba su inspiración para rodar ‘No mires arriba’: «Hubo un momento en el que me di cuenta de que todo giraba en torno a cómo hemos ensuciado, roto, aprovechado y pornografiado nuestras líneas de comunicación, la forma en la que realmente nos hablamos. Ese fue el momento en el que me dije: ‘Oh, definitivamente tenemos que hacerla’, y escribí a todo el reparto, y todos dijeron: ‘Oh, sí… Ahora más que nunca'».
BASADO EN UN HECHO MUY REAL Y RECIENTE
En cuanto a las reacciones al margen de la ciencia y basadas en creencias, manías o negacionismo, obviamente todo ello es más actual que nunca, y el director de ‘No mires arriba’ confesaba en la entrevista un hecho muy real que le inspiró también: «Independientemente de lo que hayas votado, creo que todos tenemos que admitir que ver al Presidente de los Estados Unidos flotando la idea de ingerir lejía para hacer frente a una emergencia médica es una situación inusual«, explicó. «Cuando eso ocurrió, enseguida mandé un mensaje a mi productor, Kevin Messick, y otro a Leo, y Jen dijo: ‘Vale, vamos a hacer esto un poco más loco'».
LA DELIRANTE PRESIDENTA MERYL STREEP
Es una de las mejores actrices de la historia del cine, y borda igual un papel dramático que una comedia o un papel caricaturesco pero no tan irreal como el de la presidente de los Estados Unidos que interpreta. Meryl Streep confesó que se había inspirado en presidentes reales, mezclando un poco de cada uno: Reagan, Bill Clinton, Bush, Obama (al que confiesa que votó pero que critica también) y, por supuesto, Trump.
REPASEMOS SU ARGUMENTO
‘No mires arriba’ es al final, como hemos visto, una metáfora satírica de la situación que vive la Humanidad con la pandemia de coronavirus. Kate Dibiasky (Jennifer Lawrence), estudiante de posgrado de Astronomía, hace un descubrimiento asombroso: hay un cometa en órbita en el sistema solar. Inmediatamente se lo comunica a su profesor, el doctor Randall Mindy (Leonardo DiCaprio).
El problema es que lleva un rumbo de colisión directa con la Tierra. ¿El otro problema? Que a nadie le importa. Al parecer, advertir a la humanidad sobre un mata planetas del tamaño del Everest resulta incómodo. Con la ayuda del doctor Oglethorpe (Rob Morgan), Kate y Randall emprenden una gira mediática que los lleva desde el despacho de la indiferente presidenta Orlean (Meryl Streep) y su servil hijo y jefe de gabinete, Jason (Jonah Hill), a la emisión de ‘The Daily Rip’, un animado programa matinal presentado por Brie (Cate Blanchett) y Jack (Tyler Perry).
EL TÍTULO ‘NO MIRES ARRIBA’, BASADO EN EL NEGACIONISMO
El título lo dice todo y se puede extrapolar perfectamente con el negacionismo de la pandemia. No mirar arriba es negar lo evidente o evitar ver la realidad, que si alzas la vista verás un objeto celeste con apariencia de cometa que se acerca a la Tierra. Aún así, a pesar de la evidencia, veremos como la estupidez humana es capaz de todo, algo que refleja muy bien McKay en la película, con escenas delirantes y que provocan entre la carcajada y la indignación.
ENTRE LA INDIGNACIÓN Y LA DIVERSIÓN
Está claro que ‘No mires arriba’ es una comedia satírica que pretende hacernos pasar un rato divertido y con la habitual calidad de dirección y guion de McKay. Sin embargo, también nos hace indignarnos por momentos y reflexionar de algo que parece imposible: que todo lo que ocurre en el film podría suceder realmente en una situación similar, y en parte ocurre con el covid, de ahí que la película se base más de lo que parece en hechos reales.