El sarcoma es un tipo de cáncer que puede ocurrir en distintas partes del cuerpo y afecta a una población muy joven. Es un término general para un amplio grupo de tipos de cáncer que se origina en los huesos y en los tejidos blandos (también llamados conectivos) del cuerpo (sarcoma de tejido blando). El sarcoma de tejido blando se forma en los tejidos que conectan, sostienen y recubren otras estructuras del cuerpo. Comprenden los músculos, la grasa, los vasos sanguíneos, los nervios, los tendones y el revestimiento de las articulaciones. En este artículo te detallaremos los síntomas tempranos del cáncer más común entre los jóvenes.
Sarcoma de tejido óseo y blando

El sarcoma de tejido óseo tiene su origen en el tejido conjuntivo, que es el conjunto de células que forman la estructura del cuerpo humano. Existen diferentes tipos de sarcomas óseos: osteosarcoma, condrosarcoma, sarcoma de Ewing y otros sarcomas. Este tipo de tumor afecta en especial a niños y adolescentes, así como a las personas mayores de 65 años. El sarcoma de tejidos blandos afecta a los tejidos adiposos, musculosos, nerviosos y fibrosos, así como a los vasos sanguíneos. La mayoría se originan en brazos y piernas, aunque también pueden aparecer en la cabeza, tronco u órganos internos, entre otros.
El sarcoma es la quinta causa de muerte en jóvenes

Hay que tener en cuenta que el sarcoma óseo es un tumor muy infrecuente. La Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) estima que se diagnostica un paciente al año por cada 100.000 habitantes. En 2022, los tumores del hueso y de los cartílagos articulares causaron 328 muertes, según cifra la institución. Su problema está en la población a la que afecta, que es muy joven. A pesar de la baja incidencia señalada, constituyen la quinta causa de cáncer en adolescentes y jóvenes de 15 a 19 años.
Por qué el sarcoma aparece en jóvenes

Se desconoce la razón exacta de por qué afecta sobre todo a los jóvenes. Una de las hipótesis apunta a que el osteosarcoma puede estar relacionado con el crecimiento del hueso rápido, algo que ocurre de forma más drástica en la pubertad. Mientras que la línea de investigación del sarcoma de Ewing apunta a unas alteraciones en los cromosomas 11 y 22, anomalía que genera una proteína anormal. Por este motivo, un diagnóstico precoz es una herramienta fundamental para luchar contra esta enfermedad.
Esperanza de vida de los pacientes

La Asociación Española Contra el Cáncer especifica que la esperanza de vida de los pacientes con cáncer de huesos (sarcoma) ha aumentado considerablemente en los últimos 30 años gracias al desarrollo de la quimioterapia. Con un tratamiento multimodal (aplicación de cirugía y quimioterapia) se estima que dos tercios de los pacientes que no presenten metástasis superen la enfermedad.
Prestar atención a las primeras señales

En España no hay un registro específico de tasas de supervivencia, pero según la American Cancer Society, ésta es, a los cinco años, de un 77% para el condrosarcoma si está localizado. Algo más alta es la del sarcoma de Ewing, que se sitúa en el 82%. Las cifras se reducen drásticamente si éste se propaga por otras partes del cuerpo, por lo que conviene prestar atención a las primeras señales para poder acudir a un médico cuanto antes.
Síntomas tempranos del sarcoma

Los primeros síntomas con los que se manifiesta el sarcoma son dolor de huesos, inflamación y dolor en los alrededores de la zona afectada, fracturas recurrentes en la misma zona, fatiga y pérdida de peso involuntaria. Según informa la Clínica Mayo, una de las señales de alerta que pueden ayudar es si el dolor es intermitente, es decir, va y viene constantemente, aumenta por las noches y no se alivia tras la prescripción de analgésicos.
Otra signo de alarma

La Asociación Española de Afectados por Sarcomas especifica que el dolor también suele aumentar tras el ejercicio y que, en algunos casos, puede darse la aparición de una masa de tejido blando adherida al hueso, la cual al palparla causa dolor. Este bulto, además, puede afectar a la funcionalidad de una articulación, si está cerca de una. La misma asociación señala que otros signos generales pueden ser fiebre, astenia o anemia. Al igual que la Clínica Mayo, también refieren a la «fractura patológica», la cual estiman que se da entre un 10 y un 15% de los casos.
Factores de riesgo

Es conveniente, asimismo, revisar los factores de riesgo asociados a la enfermedad. En cuanto al osteosarcoma, se apunta el haber recibido radioterapia sobre el hueso en el pasado o la presencia de enfermedad de Paget, un trastorno óseo crónico que causa fragilidad en los huesos. Para el sarcoma de Ewing la localización también es un punto clave a la hora de determinar el riesgo. Según un artículo publicado por la Revista Española de Cirugía Ortopédica y Traumatología, si el tumor se localiza en la zona pélvica, el pronóstico empeora bastante.