Desde Galicia, te traemos una receta bastante típica, pero que en vez de traerla con pulpo, la haremos con huevos y que por lo tanto es si cabe, todavía más fácil de hacer que la anterior. A parte de esto, es altamente nutritiva, sobretodo por no hablar de la reducción del costo de esta misma por el hecho de sacar el pulpo de nuestra ecuación, ya que hacernos con unos gramos de este a veces nos puede salir bastante caro, sobretodo dependiendo de la provinencia de este mismo anteriormente mencionado. Lo que vamos a preparar hoy son unos ricos huevos a la gallega para que puedas sorprender a todos tus comensales, sin más dilación, procedamos con la receta.
IDEALES PARA SERVIR A MODO DE APERITIVO

La realidad es que esta receta siempre sigue la misma fórmula y es bastante complicado que fallemos, otra realidad es que es un plato que normalmente se usa como entrante, y por lo que sabemos de los entrantes en nuestro país es que nunca han demandado demasiado tiempo de nuestra mano en la cocina para que nos queden bien hechos y sabrosos. Esta es la premisa de el plato de hoy, que sirvamos un buen entrante y que sea orgiinal para dejar descolocados a nuestro comensales.
LA HISTORIA DEL HUEVO Y POR QUÉ ES TAN IMPORTANTE

Si nos remontamos a miles de años atrás, nos daremos cuenta de que el huevo siempre ha estado ahí. Es un alimento que hemos tenido durante generaciones y que siempre nos ha acompañado en nuestros mejores platos. Una de las cosas que hacen destacar más solemnemente al huevo, es que este alimento es muy nutritivo y que nos aporta una fuente de proteínas y calorías tan sanas y altas, que sólo comiéndonos dos huevos para cada aperitivo, ya tendríamos suficiente para sobrevivir todo el día y, si me apuras, incluso con menos.
LOS INGREDIENTES QUE VAMOS A NECESITAR

No te preocupes, no te preocupes por nada, porque estos ingredientes los tienes en casa seguro, y si no es así, con bajar a tu supermercado o pequeño comercio de confianza, los tendrás en un pis pas ya que, los ingredientes que necesita esta receta son irrisórios y con tan poco, crearemos un plato buenísimo en un momento. Prepárate para empezar una rica receta brutal que te sorprenderá a ti y a los tuyos. Lo primero, tres huevos, lo segundo, una pizca de sal, luego un chorrito de aceite y una pizca de pimentón dulce y a correr.
UNA VEZ NOS HAGAMOS CON TODO LO NECESARIO…

Ahora toca empezar la receta y disfrutar del proceso, porque lo primero que haremos es coger los huevos, ya te digo que puedes coger tres pero si quieres preparar más adelante, simplemente ten en cuenta que tendrás que modificar las cantidades de todo por cada tres huevos que añadas. Ahora, pondremos los huevos 10 minutos en agua hirviendo y una vez los tengamos, los sacamos y dejaremos que se enfríen para poder seguir con la receta. También puedes meterlos en el congelador o en la nevera para acortar plazos.
HORA DE PELARLOS

Como bien dice el título, no te tengo que dar mucha más información a parte de que tenemos que, con mucho cuidado, pelar los huevos para que nos queden perfectamente limpios. No les pases agua, simplemente procura bien que no quede ningún resto de la cáscara. Ahora que tenemos esto, los cortaremos en rodajas. Ojo, no por la mitad, sino en rodajas para que tengamos muchas pequeñas lonchas y así tengamos la sensación de haber comido más. Es un truco viejo pero muy eficaz, para que, con poco, podamos disfrutar de un buen plato.
EL ADEREZO ES LA CLAVE PARA NUESTROS HUEVOS

Le añadiremos una pizca de sal a cada huevo, pero no nos pasemos porque si nos quedan un poco salados, luego esto se agrabará mucho más cuando tengamos que añadir pimentón dulce, por ende, trata de no pasarte. Ahora que tenemos claro esto, le echaremos el aderezo correspondiente por encima. El pimentón dulce no puede faltar en esta receta ya que es lo que realmente la caracteriza como unos buenos huevos a la gallega.
EL ACEITE ES OTRO MOTIVO PARA SER FELIZ

Ahora que ya lo tenemos todo, no podemos olvidarnos de que lo que realmente hace esta receta algo sabrosa y jugosa, es echarle un chorro de aceite o directamente bañarlos en el plato para que no salgan realmente bien. Te recomiendo que uses aceite de oliva virgen extra ya que es el que mejor le va para este tipo de comidas. Ahora que tienes esto, casi casi que sólo te queda disfrutarlo y ser feliz sin tapujos gracias a la pedazo de receta que te has montado tú solito o solita.
SI QUIERES LA RECETA VERDADERA HAZ ESTO

Como decimos, la receta verdadera no es que no la tengas ya, lo que pasa es que si te apetece, para hacer el plato realmente como es, deberías cortar unas patatas en rodajas y ponerlas bajo los huevos para que quede perfectamente finiquitado y puedas aprovecharte de todos los nutrientes que te trae este plato. Ahora corre a la mesa junto a tus comensales y sorpréndelos con este gran entrante.
ESTA RECETA TIENE SU ORIGEN EN LA ANTIGUA ROMA

Los huevos endiablados, también conocidos como huevos rellenos o deviled eggs en inglés, son un plato clásico que tiene sus raíces en la antigua Roma. A lo largo de la historia, este plato ha evolucionado y ha sido adaptado de diversas maneras en diferentes culturas. Aquí hay una breve historia de los huevos endiablados:
- Orígenes en la antigua Roma: La historia de los huevos endiablados se remonta a la antigua Roma, donde se preparaban platos similares. Los romanos cocinaban huevos, los mezclaban con especias y salsas, y luego los rellenaban antes de servirlos como aperitivos.
- Edad Media y Renacimiento: Durante la Edad Media y el Renacimiento en Europa, esta preparación culinaria se mantuvo en algunas regiones. Los huevos se solían sazonar con especias y hierbas aromáticas, y a menudo se rellenaban con migajas de pan y otros ingredientes.
- Siglo XVIII: El término «deviled» (endiablado en inglés) comenzó a utilizarse para describir platos altamente sazonados o picantes en la cocina británica y estadounidense. Los huevos rellenos comenzaron a ser llamados «deviled eggs» debido a la incorporación de ingredientes picantes como mostaza y pimienta en la mezcla de yemas.
- Siglo XIX: Los huevos endiablados se popularizaron en los Estados Unidos durante el siglo XIX y se convirtieron en un aperitivo común en las fiestas y eventos sociales de la época. La receta básica se estandarizó, con yemas de huevo mezcladas con mayonesa y mostaza, y se decoraban con paprika u otras hierbas.
- Siglo XX: Los huevos endiablados se mantuvieron como un aperitivo clásico durante el siglo XX y continuaron siendo una opción popular en reuniones familiares y celebraciones.
Hoy en día, los huevos endiablados siguen siendo una receta favorita en muchas partes del mundo, y su versatilidad permite una amplia gama de variaciones. Pueden ser tan simples o sofisticados como desees, y se pueden personalizar con ingredientes como tocino, encurtidos, cebollín, aguacate, caviar u otros sabores creativos.
La historia de los huevos endiablados es un ejemplo de cómo las preparaciones culinarias evolucionan a lo largo del tiempo y se adaptan a las preferencias y tendencias cambiantes, pero su popularidad perdura debido a su delicioso sabor y versatilidad en la cocina.