La que en algún momento fue la pareja del momento, conformada por Madonna, una recién establecida reina del pop, y Sean Penn, uno de los actores más aclamados de los 80; no tardó en convertirse en el matrimonio más tóxico de Hollywood.
La oscuridad de la relación llegó a su auge durante una terrorífica noche que vivió Madonna en manos del actor, quien decidió golpearla durante ocho horas e incluso tenerla atada a una silla. En este artículo te comentamos sobre el altercado que causó conmoción en Hollywood y empezó a abordar la temática de las relaciones abusivas.
El sombrío matrimonio de Madonna y Sean Penn
Se conocieron en 1984, cuando el actor fue a ver a la cantante durante el rodaje de su videoclip “Material girl”. Desde entonces, iniciaron un romance que los uniría en matrimonio tan solo seis meses después. Esta boda fue tan solo un guiño de la relación tóxica que estaba arribando, pues la ceremonia acabó con el novio empuñando una pistola y disparando a los paparazzis que intentaban fotografiar el evento desde dos helicópteros.
“Sean es salvaje, probablemente muera joven”. Así describía la cantante a su novio en 1985, mientras trataba de convencerlo continuamente de que buscase ayuda psiquiátrica. Solo una orden del juez, tras uno de los seis arrestos por violencia de Penn, consiguió internarlo en un tratamiento. “Creo que Sean saldrá de la cárcel convertido en una persona mejor” había declarado Madonna aún manteniendo las esperanzas de que su esposo cambiase.
La libertad sexual con la que se mostraba la reina del pop, la volvía una de las mujeres más deseadas por los hombres, pero una vez que conseguían “poseerla” por una vez (término que usó Penn durante una de sus discusiones) se daban cuenta de que ni tenían ni idea de cómo hacerlo ni ella estaba dispuesta a dejarse atar. La solución de Penn sería atar a su mujer, literalmente.
La terrorífica noche en que Sean Penn torturó a Madonna por ocho horas
El hombre, en un primer momento, intentó atarla con el cable de una lámpara; después, la redujo sujetándola a una silla donde la golpeó y la insultó durante ocho largas horas. Ella logró escapar para hacer la denuncia.
En la comisaría casi no la reconocieron: tenía el labio partido, temblaba y no paraba de llorar. Penn fue detenido, pero dijo que su mujer se estaba vengando porque él la había engañado con una stripper. Ella retiró los cargos, pero le pidió el divorcio una semana más tarde. Ya no había vuelta atrás. Por fortuna para Madonna, el sombrío matrimonio que había contraído recientemente, ya era historia antigua.
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