The New York Times arrea a Florentino a cuenta de Real Madrid TV

El pasado miércoles miles de profetas futbolísticos se colocaron ante el televisor para ver la puntilla a la temporada maldita del Real Madrid y la consiguiente caída de Zinedine Zidane, técnico francés que se atrincheró con el vestuario que le hizo ganar 10 de 12 títulos posibles para negarse a incorporar nuevos galácticos con los que olvidar el «pepinazo» del Leganés. Pero el Real Madrid tiró de garra, se abrazó a una afición entrega y salió en tromba. Aunque pronto los de Emery barruntaron que iban a asaltar el Bernabéu, situación que no llegó a sucederse tras un arreón final liderado por Marco Asensio que puso el júbilo en la catedral blanca. Así salvó Zidane su match ball y así se quedaron cariacontecidos los profetas.

Y Real Madrid TV se disparó: cuadriplicó sus datos habituales hasta el 0,75% de share y fue sintonizado en algún momento del día por dos millones y medio de espectadores. Aun así este rayo de luz no tapa los nubarrones de bajas audiencias y polémicas internas y externas del canal propagandístico relanzado por Florentino Pérez. Porque esta señal fue en enero la menos vista entre las 26 que emiten en la TDT nacional con un triste 0,2% de share, situación que probablemente se repetirá en febrero.

A estas bajas audiencias, con «ceros técnicos» sepultando varios programas, se le suma el goteo de polémicas internas, relacionadas con las condiciones laborales, y externas relacionadas por la gestión de Jaume Roures. Es cierto que estos líos se agudizaron en prensa por el posicionamiento del empresario con el procés. En octubre, en pleno vendaval catalán,  a Florentino Pérez le tocó el examen de la Asamblea General Ordinaria y Real Madrid TV salió a relucir. Un socio compromisario preguntó hasta «cuándo vamos a estar pagando tanto dinero a la empresa de un señor que mantiene una conocida postura ante el conflicto catalán». La empresa es Royal Media, filial de Mediapro, y el señor es Roures.

Florentino salió entonces por la tangente: «Mediapro presta servicios a más empresas, no sólo a Real Madrid TV». Pero también quiso dejar contentos a los que pedían guillotina: «El contrato finaliza dentro de un año y medio». Varios medios habían alentado este asunto mientras se pedían firmas en Change.org, cierto es que con motivos más políticos que técnicos. Y eso que el canal tiene escándalos como para pedirlo por varias denuncias públicas contra la gestión de los tres hombres fuertes, Antonio Galeano, ex mano derecha de Ferreras y dircom blanco; César Nanclares, responsable audiovisual del club; y Mariano Rodríguez, hombre fuerte de Mediapro en el templo catódico merengue.

En este negocio es cierto que no solo factura Royal Media Internacional, que presentó en 2015 un beneficio bruto de casi 775.000 euros tras haber facturado, según Crónica Global, alrededor de 30 millones de euros. Porque dos filiales participadas por Mediaset y Atresmedia producen ‘Campo de estrellas’ y ‘Madridistas por el mundo’, que conviven en la parrilla con tertulias, informativos y retransmisiones a cargo de Roures, conciertos, películas y quizás pronto veamos teletiendas para rebajar la sangría económica de un canal con audiencias residuales.

El tema de Real Madrid TV traspasó fronteras la semana pasada de la mano de Rory Smith, que en The New York Times: «En los dos períodos en que Pérez ha sido presidente, del 2000 al 2006 y del 2009 en adelante, ha transformado el club en una especie de Disneylandia deportiva, un paraíso Panglossiano (positivista) donde todo es lo mejor, un desfile de victoria sin fin. La imagen debe mantenerse a toda costa. «Cualquier voz que critica su pensamiento se tacha inmediatamente como anti-madridista», dijo SRM (asociación de socios independientes) sobre Pérez en un correo electrónico. Es una mentalidad que también se aplica a los aficionados y periodistas.

Y añade: «La derrota, mientras tanto, simplemente no existe. Real Madrid TV, disponible de forma gratuita para los espectadores en toda España, cubre todos los partidos de Real Madrid, pero no tiene derechos de transmisión en directo. En los días siguientes muestra partidos que el Real Madrid ha ganado. Imágenes de derrotas y, a veces, empates, están olvidados silenciosamente».