Guillermo Morenés, el gran hombre detrás de la mujer más poderosa

Es una de las mujeres más poderosas del Ibex 35. Su fortuna hace que esté en el exquisita lista de Forbes ocupando el top ten. Ana Patricia Botín-Sanz de Sautuola O’Shea es la hija del todopoderoso banquero Emilio Botín y la exquisita Paloma O’Shea. Ha sido su gran formación, sus dotes y su pericia las que le han hecho estar al frente de una de las empresas más importantes de España: el Banco Santander. Se ha hecho hueco, en un mundo que parecía destinado solo para hombres… Forbes le considera, la mujer más poderosa del planeta…

Es la mujer más poderosa del planeta como dice Forbes, y no está sola. A su lado tiene a su marido Guillermo Morenés Mariátegui. Ana Botín -como le gustan que le llamen porque para los extranjeros pronunciar Patricia, es algo más complicado- irrumpía en la escena de la banca rompiendo moldes, siendo una pionera.

Aun así, a pesar de esta modernidad dentro de un sector muy masculino a niveles directivos, ella es muy clásica en otros aspectos. Además, le gusta otorgarle a cada persona su lugar, y su marido es uno de ellos… Frente a todo pronóstico, a la que le hubiera gustado ser periodista, la Forbes Woman participaba en un programa televisivo debutando con Jesús Calleja. El reputado aventurero presentaba en el programa a Guillermo como el marido de Ana, a lo que ella, puntualizaba: «No… Yo soy la mujer de Guillermo». Botín no necesita navegar sola. En el caso de esta pareja se puede utilizar el dicho: «Detrás de una mujer hay un gran hombre» y viceversa.

Ana Botín y Guillermo Morenés, «detrás de una mujer hay un gran hombre» y viceversa

Botín y Morenés llevan toda una vida juntos. Si algo destaca de este matrimonio es el apoyo y la confianza mutua, a pesar de la distancia que acortan cogiendo vuelos para estar juntos. La banquera confesaba que en muchos momentos viven separados.

Morenés es un jerezano de familia aristocrática descendiente de los marqueses de Borguetto y emparentado con la familia Garvey, propietarios de las bodegas que llevan el mismo nombre. Los Garvey son unos de los productores más famosos en lo que a brandy y jerez se refiere, bebidas espirituosas que tanto degustan los ingleses. El árbol genealógico por parte de madre, Blanca Mariátegui entronca con los Cubas y los Falcó.

Pero Guillermo Morenés Willy para los amigos-, a pesar de su abolengo, apareció un día por sorpresa en la vida de Ana Botín. Fue en su casa, en plenas vacaciones cuando ella llevaba viviendo ya en Estados Unidos unos cuantos años. Estando en Madrid, ese verano de 1980 organizaría una cena donde sin pretenderlo, encontraría al amor de su vida. Una amiga de Harvard de Ana, se llevó a unos amigos entre los que se encontraba Guillermo.

Guillermo Morenés, el marido de la flamante presidenta del Santander siempre ha sido el alma de la fiesta

guillermo morenés y ana botin boda

El ingeniero agrónomo por la Universidad Autónoma y MBA por la New York University cautivó a aquella heredera, que ni por asomo, se imaginaría en llegar a estar donde está. Morenés pasaba allí el verano mientras estaba haciendo prácticas en el Bank of America. La velada organizada con motivo porque unos amigos americanos habían venido a Madrid para ver a la joven, fue de lo más divertida.

Entre españoles y americanos, Guillermo destacó para Ana por encima de todo lo que estaba sucediendo. Fue el alma de la fiesta y, a día de hoy, según los que le conocen, lo sigue siendo. Mientras los españoles hacían grupo por un lado, Guillermo Morenés y su acento andaluz se convertía en el mejor anfitrión para los amigos de la banquera. «Eso me llamó la atención y hasta hoy…«, confesaba ella misma. Y así están a punto, como aquel que dice, de celebrar casi sus bodas de rubí (40 años desde que se dieron el sí quiero).

Como su mujer, los que le conocen destacan su sentido del humor, lo agradable que es y su forma de ser. No es fácil entrar en una familia política como la suya y saber tener ese equilibrio que se requiere, y él lo ha hecho. No solo ha tenido que entender y comprender el trabajo y la responsabilidad de su mujer como heredera de una dinastía, sino muchas otras cosas.

Ha sido y es un gran yerno. Ha sabido estar a la altura para irse de vacaciones con su suegro, y apoyar a su mujer en los momentos más duros con su padre a nivel profesional. «La relación con mi padre siempre fue espectacular en lo familiar; de hecho nos íbamos cada verano de vacaciones Guillermo, mi padre y mis hijos. Cada verano hasta el año que se murió. Lo que no hacíamos era pasar cada fin de semana con él», ha explicado la santanderina. Pero no todo ha sido felicidad en sus vidas.

Guillermo Morenés, un hombre que ha sabido estar al lado de su mujer y su suegro Emilio Botín en los momentos más difíciles

No es ningún secreto y ella misma lo ha contado. Entre ellas, cuando Emilio Botín prescindía de su hija, y le echaba como directora general para lograr la fusión con el Central Hispano; o como cuando su padre le llamó para ver si quería entrar en Banesto y ella tenía que decidir en ese momento. No era la primera vez que veía ese distanciamiento entre padre e hija. «La relación con mi padre siempre fue buena, aunque en esos tres años no fue igual. No soportaba cuando en las reuniones me mandaba callar«, algo que no tiene que ser fácil para un marido.

Morenés también le vio llorar cuando su padre decía en una reunión que era más importante el banco que la familia… Eso, más aquella dimisión obligada, da mucho qué pensar y replantearse. Quizá por ello, el ‘modelo familiar’ de los Morenés Botín ha sido bien distinto y han sabido lograr ese equilibrio entre los empresarial y familiar. Para ellos, la familia es una gran prioridad. Sin embargo, han sido modernos hasta en eso, hasta en el conciliar que está tan de moda estos últimos años. Viajes constantes, horarios y agendas complicados, hasta un noviazgo y una forma de entender el matrimonio para la época muy revolucionario.

Willy Morenés, el mejor paño de lágrimas para Ana Botín

Guillermo Morenés se ha convertido en el mejor paño de lágrimas de la hija de Paloma O’Shea. Se conocen y están muy compenetrados. No es fácil estar con una pareja que tiene la agenda cerrada a tres años vista, y sabiendo que tiene que estar viajando de un lado para otro. La solidez de la relación y la admiración que se profesan son dos de las cualidades que más destacan los que les conocen y lo que se han dejado ver ellos frente al público.

Los piropos son mutuos, y como buen andaluz Guillermo Morenés tira de ellos: «Estamos juntos desde el primer día porque nos hemos respetado mucho, he respetado a mi mujer y ahora la admiro mucho».

Uno de los momentos más duros por lo que ha tenido que pasar Willy Morenés es la pérdida de su hija. Ana sufría un aborto, y para la mujer que lidera el IBEX 35, fue un duro varapalo, como para él. Tras nueve años viviendo en Estados Unidos fue cuando se plantean regresar a España y cambiar su vida.

Su esposa valora enormemente en cada una de sus palabras a Willy: «Yo no podría haber hecho la mitad, ni un tercio de lo que he hecho, sin Guillermo«, confesaba a Calleja.

Un noviazgo muy moderno

El empresario y su mujer ya comenzaron su relación con un noviazgo muy moderno para la época. Cuatro años con una relación a distancia, vía telefónica, es algo que hoy cautiva a los millennials actuales. Por sus respectivas carreras profesionales tuvieron que vivirla así, y un día a golpe de teléfono Ana Botín se declaró, por decirlo de alguna manera. La realidad es que fue algo más de corte financiero: «Si no nos casamos esto va a ser muy difícil». Ellos nunca salieron como una pareja normal de novios. Tan solo se veían algo en verano. Él vivía en Madrid y ella en Estados Unidos donde trabajaba para JP Morgan.

Ana Patricia BotínGuillermo Morenés Mariátegui se daban el sí quiero el 15 de septiembre de 1983. El exclusivo enlace tuvo lugar en la Capilla de la Asunción de Santa María de la finca Puente San Miguel, Santander propiedad de los Botín y con la llegada de la Virgen de la Bien Aparecida como testigo que es cuando se festeja la fiesta grande de Santander. La tradición Botín mandaba, aunque hubo alguien de la familia que la incumpliría y se casaba en Madrid: Javier Botín; aunque para no levantar ampollas lo hizo en las fechas que manda la Virgen.

Fue con este último con quien Guillermo Morenés, formaron la boutique privada de banca Morenés & Botín Capital Advisers. Juntos asesoraron a varias empresas y bancos para que invirtieran millones de euros, entre otros fondos solventes, en el de Bernard Madoff. Cuando se descubrió la estafa piramidal del financiero estadounidense en 2008, supuso un escándalo. Sin embargo, hicieron todo lo posible para que los inversores perjudicados de Morenés & Botín Capital Advisers recuperaran su dinero.

Guillermo Morenés, uno de los artífices de que Ana Botín sea quien es

ana botin guillermo morenes marido  g3El empresario e inversor ha formado una bonita familia numerosa junto a la presidenta del Santander, de lo más internacional. Tienen tres varones todos casados. Felipe de 34, casado desde 2016 con Julia Puig, heredera del la empresa de perfumes y moda. Javier de 33 y Pablo de 29. Cada uno con unas residencias bien distintas. Pablo y Javier viven en Estados Unidos: uno en San Francisco y otro en Boston pero anteriormente residía en Londres que reside ahora en Boston, y otro en Madrid. Felipe y Julia han hecho abuelos a Morenés y Botín con dos preciosas niñas.

Se puede decir, y viendo como habla la financiera, que uno de los grandes artífices de su crecimiento profesional ha sido él por confiar en ella y conciliar tareas. Son el ejemplo de formar un tándem perfecto. ”Una de las cosas más importantes que hicimos cuando nos casamos fue un acuerdo en relación a la familia, la casa y los hijos», confiesa Ana. «Decidimos que siempre íbamos a compartir todo al cincuenta por ciento y Guillermo lo cumplió”.  De hecho ha sido el inversor el que se encarga de todo lo relativo a lo doméstico: «Hasta de los regalos de los ahijados de Ana», según desgrana Ana Samboal en el libro Ana Botín: Nacida para triunfar.

Guillermo ha sabido estar al lado de su mujer y trabajar con ella y para ella

Eso no quiere decir que haya estado de brazos cruzados. Es su nombre el que figura en muchos papeles. Guillermo Morenés siempre ha estado ligando a la banca y otros lares dentro y fuera del Santander. Fundamental es su papel como inversor. Así, se cuenta entre ellos su actividad como Consejero de Inmoskye, una sociedad de promoción inmobiliarias; también en Alakin, dedicada a las actividades de intermediación en operaciones con valores y otros activos; como socio de Inversora Oquendo S.L., empresa dedicada al alquiler de bienes inmobiliarios por cuenta propia; y un lardo etcétera.

En sus comienzos también el encargado de llevar negocio de los cultivos de El Castaño, la finca que su familia política posee en los montes de Toledo (800.000 hectáreas)… Y es que el patrimonio de la pareja es ingente.

El financiero ha sabido trabajar para su suegro y, para y con su mujer. Tras la pérdida de su bebé, la pareja se vino a España. De esos dos años cuando llegaron a Madrid y trabajaron juntos, hablan maravillas. Trabajo en equipo dentro y fuera de casa.

El patrimonio exclusivo de los Morenés Botín

El matrimonio cuenta con un vivienda de 268 metros cuadrados en el Viso, a tres kilómetros de las oficinas de Castellana del Santander, algo muy cómodo para ella. Aun así, él aparece como empadronado en otra vivienda cercana. Se trata de una vivienda unifamiliar de 400 metros.

A estas propiedades se suman otras entre las que se encuentran: la finca familiar de Cantabria, la propiedad en la que vivieron en Reino Unido y la de Gstaad (Suiza) bien conocida por sus fiestas invernales hasta la famosa estafa Maddof. Allí reunían a lo más exclusivo y distinguido: como Alberto Cortina y su mujer Elena Cué, los March, los Macaya entre otros muchos.

Morenés se hacía con una casa en el barrio de Belgravia por 17 millones de libras (20 millones de euros) en 2009. La vivienda, según aparecía en la prensa inglesa como The Sunday UK, se ubicaba a espaldas del palacio Buckingham. A día de hoy la siguen manteniendo y fue la casa en la que Ana vivió durante su etapa como delegada del Santander UK. Allí fue nombrada Dama Comandante honoraria de la Orden del Imperio Británico por la reina Isabel II por los servicios prestados al sector financiero británico en 2015. La vivienda unifamiliar consta de de seis plantas, con cinco habitaciones, zona separada para el personal de servicio y un cine en la parte baja del edificio.

Guillermo Morenés prefiere pasar desapercibido

Gstaad es el refugio de invierno. Allí cuentan con una vivienda valorada en varios millones de euros. Sonadas y contadas han sido las fiestas que realizaban en el Yacht Club del Grand Hotel Bellevue. Cada 31 de diciembre donde Morenés hace gala de ser el más divertido. Poco dado a los escándalos tuvo que ver como salía a la luz en 2006, una discusión con Javier Hidalgo, hijo del famoso Juan José Hidalgo. Y es que Willy acabó echándole de la fiesta.

Algo que no le hubiera gustado que sucediera, al igual que la problemática que supuso la estafa Madoff que tanto perjudicó y tanto les perjudicó. Él es el alma de la fiesta pero prefiere pasar desapercibido entre cargos y e inmuebles… y sobre todo evitar polémicas como estas o perjudicar a alguien, a tenor de lo visto. Juntos, han sabido sobreponerse y pasar por encima de alguna que otra información falsa completamente denunciable.

Ana Botín y Guillermo Morenés son una pareja digna de admirar, de la que mucho aprender para valorar, para entender y formar un tándem único durante muchos años. Ella, como decíamos al principio, no necesita ir sola, necesita -porque ambos quieren- ir juntos y de la mano… Esa mano como la que ella pone encima de su marido, de que él es todo para ella.