Es cierto que no ha sido barato, pero Uber ha conseguido un pequeño bálsamo en Cataluña mientras espera la aprobación de la ‘Ley Taxi’, que empujan el gobierno de Salvador Illa. La empresa ha llegado a un acuerdo con el Futbol Club Barcelona que no solo pondrá el logo de la empresa de movilidad en las barreras de los laterales del club, sino que unos 30 vehículos de la empresa, eléctricos de Cupra, estarán rodando en la Ciudad Condal con los colores del equipo.
Aunque la decisión no ha gustado al sector del taxi en la Generalitat, había pocas dudas de que el mismo se firmara. Con un valor cercano a 12 millones de euros, según fuentes de la industria de transporte, es un ingreso más para un Barcelona que lo necesita. No solo ha perdido los ingresos que esperaban por el controvertido partido contra el Villarreal en Miami, sino que este año ha tenido que jugar 2 partidos en el estadio Johan Cruyff, el más pequeño a su disposición, y sigue lidiando con los problemas económicos con los que inicio la temporada, que llegaron incluso a complicar la inscripción de algunos jugadores después del verano.
En cualquier caso, sigue siendo un misterio que piensa hacer el equipo con el acuerdo si la ley termina prohibiendo que Uber opere en las rutas urbanas de la capital catalana. Es una duda que incluso se plantean los competidores de la plataforma, de sí el objetivo es simplemente hacer presión política en la Generalitat. Lo cierto es que genera suspicacia en sus competidores, que siguen buscando estrategias para intentar aguantar en Cataluña, al menos hasta que haya un cambio en los vientos políticos que sople a su favor.
Además, el acuerdo ha reavivado la tensión entre la empresa de la «nueva movilidad» y los taxistas. La promesa del equipo es que en caso de que Uber rompa la ley romperán el acuerdo de patrocinio; sin embargo, hay dudas razonables en el sector y, a pesar del barcelonismo confeso de Tito Álvarez, desde Elite Taxi aseguran que seguirán fiscalizando los vehículos que han empezado a operar con los colores de los blaugranas, y aseguran que algunos de los que han mostrado en la presentación del acuerdo no tienen licencia de VTC urbana.

De cualquier modo, no es como si Uber no estuviese acostumbrado a las controversias. La empresa tiene una situación incómoda por su servicio de delivery, el único que sigue operando con repartidores autónomos, por su relación con los conductores, un problema permanente del sector, y por el efecto que su modelo de negocio tiene en el día a día de los taxis, afectando su facturación y su espacio de trabajo.
UBER Y EL BARCELONA EN LA MIRA DEL TAXI
En cualquier caso, la molestia del sector del taxi se ha hecho notar más de lo normal. No solo amenazaron con bloquear la llegada de vehículos particulares a Montjuic el pasado martes, durante el partido de la Champions League entre el Barça y el Olympiacos, sino que aseguran que seguirán presionando para que se apruebe el proyecto de ley que ya se discute en el Parlament catalán, y que debería estar aprobado a principios del próximo año. En esa circunstancia es evidente que el acuerdo del FC Barcelona es un cambio en la tendencia, por lo que simboliza para la Ciudad Condal y el resto de Cataluña el acuerdo entre ambas partes.
Además, el Barcelona no ha evitado la conversación con el taxi. El día previo a la firma del acuerdo hubo una reunión, moderada por el expresidente Joan Gaspart, con Élite donde se confirma que tendrán un espacio propio en el nuevo Camp Nou, además de la mencionada promesa de mantener el acuerdo condicionado al cumplimiento de la legislación de Barcelona y de Cataluña. Son pequeñas victorias, pero no han detenido el acuerdo.
EL BARCELONA RECUPERA ALGO DE LOS DAÑOS
En cualquier caso, el equipo catalán tiene una pequeña victoria económica tras encajar el golpe del partido en Miami. No es secundario, incluso si se trata de un monto relativamente menor, al menos si se compara con los datos de los acuerdos con Spotify o la República de El Congo. En ese contexto, el acuerdo de Uber es más bien una forma de empezar a tapar el agujero que ha dejado, de momento, la situación del Camp Nou y el partido en Miami.

De todos modos, será complejo saber qué ocurre en este caso si se pierde el acuerdo. Al menos han cerrado una temporada con Uber, y seguramente esperan que la empresa de transporte se mantenga en la ciudad y, por tanto, en el acuerdo.








