viernes, 17 octubre 2025

Escalona nos cuenta las diferencias de trabajar en Suiza o en España

Entre la estabilidad suiza y la vitalidad española, trabajar en Europa revela dos estilos opuestos. Suiza ofrece salarios altos y precisión; España, cercanía y vida social. Dos formas distintas de entender el trabajo y la felicidad cotidiana.

En Europa, los contrastes laborales se sienten más allá de las fronteras. Muchos españoles se preguntan cómo es trabajar en Suiza y si realmente compensa el esfuerzo de mudarse a uno de los países más caros del mundo. La experiencia de Escalona, que vivió en Zúrich durante un tiempo, permite entender las grandes diferencias entre trabajar en España y hacerlo en el corazón financiero de Europa.

Su testimonio deja ver que, aunque ambos países estén separados por menos de dos horas de vuelo, la forma de trabajar, vivir y adaptarse a las normas es completamente distinta. Desde el idioma hasta la burocracia, todo en Suiza exige paciencia, organización y, sobre todo, ahorros antes de dar el salto.

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El desafío de adaptarse a un país exigente

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Zúrich, la capital económica de Suiza, es un punto de encuentro multicultural donde el inglés convive con el alemán, el francés y el italiano. Para Escalona, esa diversidad facilitó los primeros pasos, aunque reconoce que no hablar el idioma local limita las oportunidades de trabajar en determinados sectores. “Tener alemán abre muchas puertas”, asegura.

Trabajar en Suiza no es fácil, pero sí rentable. Los salarios son altos, aunque los gastos también lo son. Desde el primer día, los residentes deben contratar un seguro de salud, obligatorio y costoso, lo que significa que muchos llegan “endeudados”. Aun así, el país ofrece estabilidad, seguridad y la posibilidad de trabajar en un entorno ordenado, donde todo funciona con precisión.

En comparación, España se percibe como un país más dinámico, menos estricto y con una vida social mucho más activa. “En Suiza hay tranquilidad, pero pocas cosas por hacer. En España, siempre hay movimiento, eventos y planes”, comenta Escalona, quien ha pasado por la hostelería en ambos países. Según cuenta, el ritmo de trabajar en Suiza es más pausado, mientras que en España todo parece ir más rápido, especialmente en bares, restaurantes y cafeterías.

Trabajar en Suiza: Salarios, estilo de vida y la búsqueda del equilibrio

Trabajar en Suiza: Salarios, estilo de vida y la búsqueda del equilibrio
Fuente Freepik

El salario es uno de los temas que más llama la atención. En España, un empleado de hostelería puede ganar entre 1.000 y 1.200 euros mensuales. En Suiza, en cambio, no existe un salario mínimo oficial, aunque se estima que el promedio ronda los 3.500 francos. Sin embargo, trabajar allí implica asumir un costo de vida muy superior: un café puede costar hasta siete euros y el alquiler, el triple que en una ciudad española.

A pesar de las diferencias, Escalona destaca que trabajar en Suiza enseña organización, disciplina y respeto por las normas. Cada tarea, cada pago y cada trámite se cumplen al pie de la letra. “En Suiza todo se paga con código QR, incluso las facturas que llegan por correo”, relata. Es un país donde el tiempo se gestiona con rigor y donde trabajar bien es casi una cuestión cultural.

En el aspecto humano, Escalona desmiente algunos estereotipos. Los suizos le parecieron amables y reservados, pero no distantes. “Me resultaron más abiertos que algunos catalanes”, bromea. Su experiencia deja claro que trabajar en Suiza puede ser una aventura desafiante, sobre todo si no se domina el idioma, pero también una oportunidad de crecimiento personal y económico.


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