La televisión pública de este país continúa disfrutando de un momento de esplendor en el ámbito de la comedia, un género que se presumía condenado a un reciclaje de fórmulas manidas y que, no obstante, ha sabido reinventarse en los últimos años. «Muertos S.L.» se ha incrementado una de las piezas fundamentales de dicha reinvención, traído a la pequeña pantalla una sátira que conjuga el humor negro con la propia imagen incisiva de lo cotidiano. Desde el mismo estreno de la misma, la serie de el Caballero no ha hecho más que ser cada vez más prestigiosa y famosa, y otro 21 de agosto de 2025 desembarca en Netflix, con su tercera temporada.
1EL REGRESO DE UN FENÓMENO INESPERADO

Cuando «Muertos S.L.» se estrenó hace unos años en Movistar Plus+, nadie se podía imaginar que aquella extraña combinación entre la crítica social y la comedia berlanguiana iba a convertirse en un fenómeno. El «boca a boca» fue significativo para que la serie trascendiera la plataforma en la que se reconvertía y acabase encontrando un hogar más amplio, el de Netflix.
Dicho ascenso a la globalidad no se llevó, en cambio, la serie su esencia local. Al contrario, la serie reafirmó su esencia local. La idiosincrasia española, con su peculiar forma de entender la muerte y de reírse de la desgracia, se convirtió en un factor diferenciador del catálogo de Netflix a escala internacional. Lo que en principio parecía un producto demasiado específico terminó siendo una propuesta universal: reírse de lo que más miedo da, la finitud, es un ejercicio que trasciende fronteras.
La nueva temporada aterriza con ese puntito de presión por tratar de mantener el listón alto tras el impacto de dos tandas de episodios que han marcado. El espectador espera el humor irónico, los personajes en su punto de ebullición y esa sutil sensación de que lo absurdo sea efectivo y como un lógico reflejo de lo real que puede encajarle a la serie justo en su propuesta.