Hay sitios, como esta misteriosa capilla, en los que la espiritualidad llega a puntos incomprensibles para los escépticos; aquellos en los que la conexión con cuestiones de “otros planos”, parecen ser una realidad para muchos, o quienes eligen sostener su fe.
El que nombraremos en este artículo, forma parte de esos sitios que se ven atravesados por el misterio, nacido a raíz de que quienes eligen visitarlo, afirman conectarse con ‘algo más’. Quédate leyendo para conocer los detalles sobre este lugar.
La Capilla de la Santa Cruz
La capilla «más misteriosa del mundo», como la denominan algunos, está ubicada en Sedona, Arizona, Estados Unidos; y fue construida en el año 1956 por Marguerite Brunswig Staude, que se había inspirado en el edificio del Empire State en 1932. Es que, cuando la mujer presenció dicho lugar, afirmó “¡Qué idea para una iglesia!”.
Este pensamiento reafirmó su creencia de que las iglesias debían hablar con la gente de su tiempo. Para Staude “Dios puede ser adorado como un contemporáneo, traerlo más cerca de la tierra y a cada uno de nosotros”, según trascendió. La Capilla de la Santa Cruz, como se la nombró, emerge entre las rocas rojas del desierto, y se volvió un sitio turístico, puesto que sus visitantes afirman haber sido atravesados por calma y paz cuando ingresaron en él.
Por otra parte, hay quienes al visitar la capilla, afirman sentir una importante conexión con el entorno natural que los rodea, como si este lugar fuera una experiencia inmersiva de tranquilidad para escapar de la ruidosa rutina.
La Capilla de la Santa Cruz como atracción turística
Se denomina a Estados Unidos como el país de la roca roja. Y en este contexto geológico, una obra arquitectónica única destaca por la conmovedora historia de su origen y por las recomendaciones de todo aquel que la visita y vive una memorable experiencia.
La Capilla de la Santa Cruz es uno de los primeros hitos de Sedona y también uno de los más entrañables. Personas de todas partes del mundo eligen este sitio para ofrecer sus oraciones, súplicas y alabanzas, pero también es el lugar para maravillarse con la arquitectura distintiva del edificio y con las vistas panorámicas.
Es así, que más allá de las creencias personales, y dejando de lado la religión que uno profese, estamos hablando de un lugar maravilloso para tener en cuenta como destino turístico y gozar de la asombrosa obra arquitectónica y los paisajes que su ubicación ofrece.
