sábado, 14 diciembre 2024

¿Qué es y qué efectos tiene la ketamina?, la droga que se encontró en la autopsia de Matthew Perry

La muerte de Matthew Perry, el pasado 28 de octubre, ha puesto en primer plano un tema controvertido: el uso de la ketamina en el tratamiento de la depresión y la ansiedad. Este incidente ha despertado un debate sobre los beneficios y riesgos de un medicamento que, aunque prometedor, no está exento de controversias. Este artículo se sumerge en las profundidades de este debate, ofreciendo una mirada comprensiva y crítica desde la perspectiva española.

La noticia del fallecimiento ha generado alarma y curiosidad. Aunque utilizaba esta droga psicodélica para tratar su depresión y ansiedad, su caso pone de manifiesto los peligros del uso indebido de sustancias psicoactivas. Este suceso destaca la importancia de un manejo cuidadoso y regulado de la ketamina en entornos clínicos, especialmente en tratamientos para trastornos mentales.

QUÉ ES LA KETAMINA

QUÉ ES LA KETAMINA

La ketamina es, en su origen, un medicamento anestésico sintetizado a mediados del siglo XX. Introducida inicialmente en la práctica veterinaria y, posteriormente, en la medicina humana, su uso ha sido fundamental para realizar procedimientos que requieren inmovilización y analgesia. La capacidad de la droga para proporcionar sedación sin deprimir significativamente la función respiratoria o cardiovascular ha sido una de sus principales virtudes en el contexto médico.

Con el tiempo, la ketamina también se ha investigado por su potencial terapéutico en psiquiatría. Se ha estudiado en el tratamiento de diversos trastornos, como la depresión resistente al tratamiento y el trastorno de estrés postraumático, aunque todavía no es un tratamiento de primera línea y se necesita más investigación para determinar su seguridad y eficacia a largo plazo.

Sin embargo, la ketamina es también reconocida por su vertiente como droga de abuso. Es popular en entornos recreativos y de fiesta, a menudo por los efectos que puede provocar en la percepción sensorial y la conciencia del usuario. La accesibilidad a la ketamina en el mercado negro y su relativa facilidad de obtención han contribuido a su difusión como sustancia ilegal.

En términos de regulación, la ketamina se encuentra actualmente en una zona gris. Aunque es un medicamento legalmente prescribible bajo control médico, su status legal como droga recreativa varía en función del país y su legislación específica. Esto ha llevado a que su presencia en el mercado negro se mantenga constante, a pesar de los esfuerzos legales y de vigilancia.

EFECTOS Y RIESGOS

La ketamina interactúa con el sistema nervioso central alterando la transmisión de neurotransmisores, específicamente en los receptores NMDA, lo que contribuye a la generación de sus efectos anestésicos y disociativos. En un contexto recreativo, la droga puede ser consumida por vía nasal, oral o intravenosa, y la elección del método de administración puede modificar la intensidad y duración de sus efectos.

Los usuarios a menudo describen una experiencia de disociación del cuerpo y la mente, conocida como «entrar en el k-hole», que se caracteriza por distorsión del tiempo y el espacio, sensaciones fuera del cuerpo y vivencias alucinatorias. Mientras que algunas personas buscan estos efectos como una forma de evasión o de exploración psicodélica, para otros pueden resultar abrumadores y angustiantes.

Aunado a estos efectos disociativos, el uso de ketamina puede tener importantes riesgos para la salud. Problemas tales como amnesia, dificultades de coordinación motora, presión arterial elevada, y en casos extremos, depresión respiratoria, pueden surgir, especialmente en dosis altas o cuando se combina con alcohol u otras drogas. Además, el uso continuado puede llevar a la tolerancia, dependencia y daños en órganos como la vejiga, conocido como síndrome de la vejiga por ketamina.

No menos preocupante es el riesgo de accidentes y lesiones que el usuario puede sufrir al encontrarse en estados alterados de conciencia, lo que puede traducirse en decisiones imprudentes o incapacidad para responder adecuadamente en situaciones de peligro, representando un riesgo no solo para la integridad del consumidor sino también para quienes le rodean.

PERCEPCIÓN SOCIAL Y REGULACIÓN

PERCEPCIÓN SOCIAL Y REGULACIÓN

La percepción social de la ketamina es compleja y varía ampliamente. Por un lado, la droga sigue siendo valorada en el contexto médico por sus aplicaciones anestésicas y su potencial terapéutico en psiquiatría, lo que ha llevado a un esfuerzo continuado por comprender mejor sus usos y limitaciones en el ámbito de la salud. Por otro lado, su imagen como droga recreativa ha generado una estigmatización y, con frecuencia, una respuesta punitiva por parte de autoridades y órganos reguladores.

La regulación de la ketamina, como en el caso de otras sustancias controladas, busca equilibrar el acceso terapéutico con la prevención del abuso y el tráfico ilegal. Mientras algunos países han optado por clasificar la ketamina como una droga de clase C o similar, en otros se mantiene una postura más permisiva siempre que su uso no salga del entorno clínico o se haga bajo prescripción y supervisión médica.

Es innegable que la existencia de un mercado negro refleja un problema más grande relacionado con la demanda social de la droga y las dinámicas de oferta y demanda. En este sentido, las campañas de sensibilización y educación sobre drogas juegan un papel crucial para disminuir la ignorancia y los mitos que rodean a la ketamina, y para promover un enfoque más informado y responsable.

Finalmente, la notoriedad que adquiere la ketamina al ser mencionada en casos de figuras públicas subraya la necesidad de un diálogo abierto y una política de drogas basada en la evidencia, así como de servicios de apoyo y tratamiento accesibles para aquellos que pudieran estar luchando con la adicción o consecuencias derivadas del uso indebido de sustancias.

PROMESA TERAPÉUTICA

A pesar de los riesgos, la ketamina se ha mostrado prometedora como tratamiento para la depresión resistente. Su capacidad para ofrecer alivio rápido a los pacientes que no han respondido a otros tratamientos la convierte en un candidato valioso en la psiquiatría moderna. En España, la aprobación de la esketamina como spray nasal ha abierto nuevas vías para su uso clínico controlado.

En el contexto español, el uso de la ketamina sigue siendo un campo en desarrollo. Aunque ya se ha aprobado para ciertos usos, la cautela es la norma. Los profesionales de la salud en España están interesados en su potencial, pero igualmente conscientes de la necesidad de estudios adicionales y de un seguimiento riguroso para asegurar la seguridad del paciente.

MATTHEW PERRY: RIESGOS Y DESAFÍOS

RIESGOS Y DESAFÍOS

El caso de Perry subraya los riesgos inherentes al uso de la ketamina, especialmente cuando no se administra en un entorno clínico controlado. Los efectos secundarios, como la dependencia y posibles problemas cardiovasculares, requieren una atención especial. Estas preocupaciones enfatizan la importancia de un enfoque prudente y bien regulado en el tratamiento de trastornos mentales con ketamina.

El futuro del uso de la ketamina en la psiquiatría podría ser brillante, pero solo si se maneja con responsabilidad y cuidado. La investigación continua y un enfoque ético serán cruciales para equilibrar su potencial terapéutico con los riesgos asociados. El caso de Perry no solo es un recordatorio de estos riesgos, sino también un llamado a la reflexión sobre cómo podemos mejorar el tratamiento de la salud mental.


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