La decisión de Repsol de dejar en «stand by» el llevar a cabo el proceso inversor en algunos de sus proyectos industriales en distintas zonas del territorio español hasta contar con unas condiciones estables y suficientemente atractivas para garantizar la rentabilidad, deja en el aire inversiones cercanas a unos 1.500 millones de euros, según estimaciones del sector.
En concreto, la advertencia lanzada la pasada semana por el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, y reafirmada este lunes por el presidente de Petronor y consejero de la petrolera, Emiliano López Atxurra, respecto a estudiar la viabilidad de estos proyectos ante una posible prórroga del impuesto especial para las energéticas y la banca -vigente actualmente para este año y 2024- recogido en el acuerdo alcanzado por PSOE y Sumar para un posible Gobierno de coalición-, podría afectar a proyectos en cartera del grupo en Euskadi, Tarragona (Cataluña) y Cartagena (Murcia).
Fuentes de la compañía consultadas por Europa Press declinaron realizar ningún tipo de estimación al respecto y se remitieron a las declaraciones realizadas por Imaz y López Atxurra en los últimos días.
En el caso concreto de Tarragona, Repsol cuenta con un ‘megaproyecto’, en alianza con Enerkem y Agbar, para construir una planta de valorización de residuos por un valor de 750 millones de euros.
El proyecto, anunciado en 2021, permitiría a la planta tener una capacidad para convertir unas 400.000 toneladas de residuos sólidos urbanos no reciclables en aproximadamente 220.000 toneladas anuales de metanol que se transformará en plásticos renovables o biocombustibles avanzados.
También en Tarragona, la energética prevé instalar, dentro de la estrategia de conversión de sus polígonos industriales hacia la descarbonización, el mayor electrolizador de España con una capacidad de 150 megavatios (MW), con una inversión de unos 300 millones de euros. Este proyecto se enmarca dentro del Valle del Hidrógeno de Cataluña y del Corredor del Hidrógeno del Ebro y se encuentra englobado dentro del consorcio Shyne, representando un impulso a la creación de clústeres en torno al hidrógeno renovable.
En Cartagena, otro de sus grandes centros industriales en España, prevé la instalación de un electrolizador de 100 MW, con una inversión de unos 200 millones de euros.
Tanto el proyecto de electrolizadores en Tarragona como en Cartagena han sido calificados como Ipcei y seleccionados por la Comisión Europea como proyecto innovador para recibir fondos dentro del programa Innovation Fund.
A estos proyectos se unirían los previstos por el grupo en Euskadi para impulsar allí una cadena de valor para el hidrógeno, que pasan por una inversión de en torno a 200 millones de euros para poner en marcha un electrolizador de 100 megavatios (MW) en la refinería de Petronor, así como al proyecto de una planta industrial de combustibles sintéticos en el Puerto de Bilbao.
De esta manera, todos estos proyectos de Repsol pasarían a estar en ‘barbecho’ de cara a una decisión final de inversión (FID, por sus siglas en inglés) por parte de la compañía, a expensas de conocer si contarán con unas condiciones «estables y suficientemente atractivas para garantizar la rentabilidad», como aseguró Imaz el pasado jueves.
«OTRAS ALTERNATIVAS».
En un conferencia con analistas para presentar los resultados correspondientes al tercer trimestre del año, el ejecutivo de Repsol ya indicó que la compañía contaba con «otras alternativas», como Portugal, donde podría tener actividad internacional en su negocio industrial.
«Vamos a analizar detenidamente cuál es el marco regulatorio y fiscal antes de tomar nuevas decisiones de inversión en la geografía española. Porque tenemos que proteger, ante todo, a nuestros accionistas, a nuestros empleados», dijo.
Repsol es el primer productor y consumidor de hidrógeno en España, con una producción en sus complejos industriales de unas 360.000 toneladas de hidrógeno al año, lo que representa casi el 60% de la demanda nacional.
De hecho, el grupo apuesta por el hidrógeno verde como una de las vías para la descarbonización. Así, el pasado 8 de octubre dio el pistoletazo de salida a la carrera por ser un actor principal en el impulso del hidrógeno renovable en España con la primera producción en su centro industrial de Petronor gracias a un electrolizador de 2,5 MW, cuya inversión ha ascendido a 11 millones.
Repsol abandera importantes iniciativas regionales para impulsar la creación de clústeres de hidrógeno, como el Corredor Vasco del Hidrógeno, el Valle del Hidrógeno de Cataluña, el Valle del Hidrógeno de la Región de Murcia, y también destaca su participación en el clúster de hidrógeno de Castilla-La Mancha.