La cementera mexicana Cemex se encuentra en conversaciones con los bancos para refinanciar su línea de crédito de 3.000 millones de dólares (unos 2.812 millones de euros), según han explicado el consejero delegado de la compañía, Fernando González, y el director financiero Maher Al-Haffar, en una entrevista con Bloomberg.
«Estamos en conversaciones con nuestros bancos, porque la mayor parte de la deuda que vence es deuda bancaria», ha afirmado Al-Haffar. «Es probable que lo que hagamos en el mercado bancario transforme bastante bien nuestra estructura de vencimientos», ha añadido.
El objetivo de estas conversaciones es gestionar de forma proactiva sus pasivos y, en consecuencia, intentar elevar la calificación de su deuda al grado de inversión, después de que S&P la rebajara a «basura» en 2009.
El plan de refinanciación se produce en medio de la fortaleza del peso mexicano, que se ha apreciado más de un 16% en el último año. Eso ha sido «muy conveniente» para la empresa, cuya deuda está denominada en su mayor parte en dólares y euros, según ha expresado González, pero podría complicarse si la fortaleza se prolonga a largo plazo.
«La dinámica podría ponerse algo compleja porque aumentamos los precios de acuerdo a la inflación en pesos», ha explicado. Si el peso se aprecia más entonces los precios en términos de dólares van a ser «enormes».
Cemex también está considerando emitir bonos en moneda local conocidos como Certificados Bursátiles (Cebures). La última vez que la empresa vendió deuda denominada en pesos fue en 2011. Cemex se uniría así a una serie de empresas mexicanas, entre ellas América Móvil, del multimillonario Carlos Slim, que aprovechan la fortaleza del peso para vender deuda en moneda local.
Al mismo tiempo, Cemex está tratando de vender gradualmente activos en los mercados emergentes, ya que se centra en su negocio en los Estados Unidos y Europa. Por el contrario, a principios de este mes se supo que Cemex está estudiando la venta de su negocio en la República Dominicana.
«Ahora estamos interesados en invertir principalmente en EE.UU. y Europa, y, con el tiempo, como hicimos en el caso de nuestros activos en Costa Rica y El Salvador, desinvertir en algunas de las posiciones de los mercados emergentes», ha apuntado el consejero delegado.