Durante mucho tiempo, la Formación Profesional quizá haya tenido menor prestigio frente a los estudios universitarios. Sin embargo, los datos demuestran que está en pleno auge: en 2021, España contó con 1.013.912 alumnos de FP, una cifra sustancialmente mayor a los 751.507 matriculados de 2014, según el Ministerio de Educación y Formación Profesional.
¿Por qué se ha despertado este interés por la FP? Entre otras cosas, por la combinación de la formación teórica y la práctica, que se ha implantado gracias a la FP Dual, que combina ambas modalidades al mismo tiempo. De hecho, la parte práctica supone, como mínimo (el máximo no está topado), el 33% del programa educativo y en muchos casos el alumnado obtiene una retribución económica. Al finalizar los estudios, los nuevos titulados ya cuentan con al menos un año de experiencia y un título homologado a nivel europeo.
Esta preparación supone una clara ventaja a la hora de encontrar trabajo. Según la estadística elaborada por el Ministerio de Educación, los alumnos de FP Dual tienen un índice de inserción laboral significativamente superior a la de los matriculados en la FP tradicional. Esta diferencia se nota tanto al año de acabar la formación como a los cuatro años.
Y el futuro pinta incluso mejor. Según el Observatorio de la Formación Profesional, un 21% de las ofertas de empleo en España requiere un grado superior de FP, y para un 16% hace falta un grado medio. El Centro Europeo para el Desarrollo de la Formación Profesional estima cifras aún mayores para 2025 en el continente: el 50% de los empleos exigirá una calificación media. “Este modelo crea un ecosistema de aprendizaje que favorece la transición del mundo académico al mundo laboral y genera oportunidades”, afirma Pilar Rojas, gerente de Cultura y Diversidad de Repsol. «Hay talento en la FP y lo buscamos», asegura. Una muestra de ello son los 150 alumnos que la multienergética acoge de media cada año, en su mayoría de las titulaciones en Química Industrial y Laboratorio de Análisis, que desarrollan sus prácticas en los complejos industriales y centros de la compañía por toda España. Además, “debemos superar el estereotipo masculino de estas formaciones y profesiones, hay un 38% de mujeres matriculadas en FP Dual, cifra que se ha incrementado un 13% respecto al año anterior”, señala Rojas.
«En la FP Dual, las personas aprenden haciendo, un método que motiva a muchos jóvenes. Por eso tiene tanto éxito en otros países de Europa» (Pilar Rojas, Repsol)
En nuestro país hay 162 ciclos de FP Dual. Y lo más importante es que, además, muchos de ellos sirven de puente para incorporar al mercado laboral a personas con titulaciones actualizadas a la transición energética en la que España está inmersa. La apuesta por la sostenibilidad y la descarbonización (que es algo que va más allá de la electrificación) también tiene su traducción en los nuevos planes de estudios de la Dual, que tratan de ir dando respuesta a una demanda cada vez mayor de técnicos y especialistas en estos nuevos empleos.
De cara a la inserción definitiva, estos son algunos de los puestos de trabajo relacionados con la sostenibilidad que pueden ocupar quienes acudan a la FP Dual.
Técnico en Química Industrial
La química industrial se necesita en plantas de todo tipo de empresas. Poe ejemplo en el desarrollo de nuevos combustibles con cero emisiones netas. En este caso, el técnico en química industrial se encargará de hacer los ensayos pertinentes para elaborar un producto que ofrezca las prestaciones adecuadas para el motor con el que se trabaja y que cumpla con los objetivos de eficiencia fijados.
Una vez superados los ensayos, el técnico podrá ser también el encargado de supervisar los procesos de producción de dicho combustible. Se trata, por tanto, de un perfil que, una vez insertado en el mercado laboral, trabajará en un sector cuya relevancia es creciente tanto en el terreno industrial como en el medioambiental.
Técnico en Energías Renovables
El Gobierno anunció en febrero la creación de 4.000 nuevas plazas de FP enfocadas a las energías renovables. Según el Ejecutivo, de hecho, en la próxima década más de 500.000 empleos dependerán, directa o indirectamente, de las renovables, por lo cual, urge incentivar uno de los segmentos con más futuro dentro de la FP.
En este ámbito las oportunidades de empleo son muy variadas: un técnico en energías renovables puede trabajar en la instalación, explotación y mantenimiento de parques eólicos, subestaciones eléctricas, redes y estaciones de depuración y saneamiento de agua, etc. Además, dentro del sector va ganando relevancia el hidrógeno renovable, que puede ser usado para la producción de combustibles sintéticos. España pretende aglutinar más del 20% de la producción europea de hidrógeno verde en 2030, y parte con ventaja al poder utilizar energías renovables a menor coste para su producción. Este es sólo un ejemplo de cómo el empleo industrial, y las personas con formación práctica, serán protagonistas de la transición energética hacia la reducción de emisiones.
Técnico en eficiencia energética y solar térmica
Tradicionalmente, muchos sectores y empresas han tenido un consumo energético intensivo, sobre el que ahora está puesto el foco. El reto que supone la descarbonización de la economía ha hecho necesario reorganizar los modelos de consumo para reducir la huella ambiental. Los técnicos en eficiencia energética serán los facilitadores para que las mediciones y soluciones de eficiencia energética sean adecuadas para cada actividad.
Un técnico en eficiencia energética podrá analizar el consumo actual de una empresa y ayudar a tomar medidas para que la empresa sea más eficiente. Por ejemplo, se podrán instalar dispositivos inteligentes que dosifiquen la energía según la demanda interna, colocar paneles fotovoltaicos como nueva fuente energética, mejorar el aislamiento de las infraestructuras, optimizar una cadena de producción para hacer el proceso más sostenible. Las personas con formación práctica podrán además trabajar por cuenta propia para otras empresas dando un servicio de consultoría. Su experiencia podrá ayudar a distintos negocios a ser más eficientes y realizar la transición energética tanto en sus edificios como en sus procesos de trabajo.
La FP Dual está en claro crecimiento, ya que ofrece oportunidades laborales directamente relacionadas con la transición energética. Y no se trata de buenas intenciones, la inversión es real: el 13% de los Fondos Next Generation del Plan de Transformación, Recuperación y Resiliencia (casi 9.000 millones de euros), se destinará a la mejora de la educación y el refuerzo de la FP Dual de cara a dicha transición.
