El truco para transformar el pan duro en recién hecho

El pan duro es la demostración de que la necesidad es la madre del ingenio. Hemos conseguido integrarlo en nuestra gastronomía, empezando por las fantásticas torrijas de Semana Santa y también en otras muchas recetas de cocina; pero aun así hay un problema que nos sigue acechando: ¿hay alguna forma de recuperarlo y devolverle su frescura original?

Olvídate de remedios absurdos y soluciones decepcionantes, ya que te vamos a desvelar el mejor truco para hacer que el pan duro parezca recién hecho, incluso si es de hace varios días. Un método sencillo, eficaz y que además te permitirá ahorrar unos euros en la cesta de la compra.

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EL PAN DURO Y LA GASTRONOMÍA

El pan duro tiene otra vida útil en numerosas propuestas de cocina, empezando por un clásico como el pan rallado casero, ideal para empanizar alimentos como pechugas de pollo o croquetas. Además puede convertirse en crutones crujientes que complementan ensaladas y sopas, como la sopa de cebolla francesa gratinada. Otro uso común es el panzanella, una ensalada italiana que combina trozos de pan duro con tomates frescos, pepinos, albahaca y aceite de oliva. Incluso se puede utilizar para preparar pudin de pan, tostadas francesas y el postre por antonomasia con este tipo de pan: nuestras exquisitas torrijas.

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