Una casa que pasa mucho tiempo cerrada es un caramelo muy dulce para los ladrones y otro tipo de intrusos. Uno de estos momentos del año en los que, en particular, las segundas viviendas se quedas solas es al volver de las vacaciones. Cuando llega este momento, cerramos nuestras casas de vacaciones durante bastante tiempo y, salvo que podamos escaparnos algún que otro fin de semana, permanece así durante varios meses. Protegerla es muy importante: no se trata solo de seguridad ante los intrusos, sino también de evitar daños agravados por no estar dentro. Cuatro son los puntos clave para que la casa siga segura y se eviten problemas.
HIGIENE Y SEGURIDAD
Antes de entrar a hablar de seguridad, vamos a abordar temas de salubridad. Es de perogrullo, pero con la limpieza de nuestra segunda vivienda hay que ser especialmente cuidadosos. Sigue estos consejos: guarda edredones, sábanas, toallas y demás ropa de casa para evitar que acumulen polvo, origen de muchas alergias. Limpia los muebles con una solución de 4 partes de agua, 1 de vinagre blanco y unas gotas de aceite de oliva, que evitarán que el polvo se adhiera y, finalmente, aplícalo con ayuda de un aerosol. Coloca ambientadores no eléctricos en todas las piezas de tu casa para mitigar el molesto olor a humedad y coloca granos de café o bolsitas con popurrí de flores en cajones y armarios.
SUMINISTROS
El segundo punto es la gestión de los suministros. En particular es importante cerrar el agua, para evitar inundaciones. Por otro lado, para evitar gastos en electricidad y otros problemas es recomendable dejar la nevera vacía, abierta (para evitar olores y oxidaciones) y desenchufada. Y es que en caso de pequeños cortes que podrían romper la cadena de frío y causar alguna indeseable intoxicación alimentaria si consumes después esos productos. Lo mejor es llevar contigo todos los alimentos que puedes consumir en casa y los frescos, si no puedes transportarlos, los dejes a alguna persona de confianza que haga uso de ellos.
PUERTAS Y VENTANAS
En lo que a la seguridad respecta, cerrar a cal y canto puertas y ventanas es esencial. Busca también los puntos vulnerables de tu casa (jardín, si lo tiene, accesos por los que es fácil colarse…) y protégelos. Lo ideal es contar un detector perimetral que sea parte de un completo sistema de seguridad conectado a una Central Receptora de alarmas. Por otro lado, si tienes a alguien en la zona de confianza y que resida allí todo el año, déjale un juego de llaves y pídele que eche un vistazo a tu segunda vivienda de vez en cuando: una vez a la semana o cada quince días, para verificar que no ha pasado nada.
LA INSTALACIÓN DE UNA ALARMA
En el punto anterior ya hacíamos mención a los detectores perimetrales y sistemas de seguridad. Y es que instalar una alarma en tu segunda residencia te quitará la mayor parte de las preocupaciones. No solo protegerás los puntos de más fácil acceso a ella, sino que, como hace la de Securitas Direct, que cuenta con la tecnología PreSense, podrás anticiparte a la posible entrada de intrusos. A su avanzada tecnología se suman la rápida respuesta —de menos de 20 segundos— en caso de intento de intrusión y la tranquilidad de poder controlar todo lo que pasa desde tu móvil a través de la app My Verisure.
Un factor de suma relevancia para evitar allanamientos y robos es que se pueda detectar y desalojar de modo inmediato al intruso. En este punto, Securitas Direct detecta al intruso antes de que entre, y genera señales e imágenes como prueba para avisar a la policía. Pero, ¿cómo son capaces de expulsar al intruso? Gracias a ZeroVision, un dispositivo clave en su suite de alarmas que es activado por lo expertos de la Central Receptora y que genera una situación de visibilidad cero visibilidad expulsando un humo denso para evitar el robo o la ocupación.
Además, el sistema cuenta con diferentes tipos de cámaras que te permitirán recopilar imágenes que serán facilitadas a la Policía como prueba.
Sigue estos consejos y podrás proteger tu segundo hogar hasta que llegue el tan ansiado momento de volver.
