¿Es malo comer delante de una pantalla?

Las personas que tienden a comer frente a pantallas pueden llegar a adquirir cierto enganche y generar ansiedad por no hacerlo. Cuando estamos comiendo delante de una pantalla, el cerebro no manda señales de saciedad por estar distraído. No se controla lo que se come.

Esto ocasiona, principalmente entre los niños y niñas, que puedan comer una cantidad insuficiente o excesiva porque no conectan con la parte del cerebro que lo regula. Estudios han concluido que los niños y niñas entre 1 y 14 años que pasan más de una hora al día frente a una pantalla, comen más comida basura.

En este sentido, los estudios con respecto al sobrepeso parecen ser bastante consistentes: El uso continuado de las pantallas en los niños tiene un claro efecto negativo sobre el índice de masa corporal, provocado por el sedentarismo y la falta de control sobre lo que se come.

Por este motivo, la obesidad infantil se ha convertido en uno de los grandes problemas de nuestra sociedad actual.