El freelance es aquella persona que ha decidido trabajar por cuenta propia. Puede operar como autónomo o tener su propia empresa, pero se caracteriza por tener espíritu emprendedor y ser lo suficientemente capaz como para atender a las múltiples tarea que implica trabajar solo y sacar adelante un proyecto personal.
El freelance trabaja de forma independiente ofreciendo servicios a otros profesionales o empresas. Aunque no es un requisito necesario, en la mayoría de los casos suele tratarse de alguien que desarrolla su labor directamente desde su casa. No deja de ser un autónomo, pero para muchas personas el freelance es un perfil algo diferente. Veamos algunos aspectos positivos y negativos de escoger esta forma de trabajar. Empezaremos con cuatro ventajas y luego pasaremos a cuatro desventajas.
7El riesgo de impago al freelance siempre está ahí
La morosidad es uno de los principales riesgos que debe asumir un profesional que trabaja por cuenta propia. Todo emprendedor sabe lo que es quedarse sin cobrar alguna factura, y es que en realidad nunca hay una garantía de pago absoluta. Incluso las administraciones públicas son malas pagadoras y con frecuencia alargan demasiado el plazo de pago.
Lo único que puedes hacer para protegerte es exigir el pago de una parte de ciertas facturas por adelantado y controlar muy bien tu contabilidad para comenzar la reclamación lo antes posible si un cliente se ha “olvidado” de pagarte. Pero aún así ten por seguro que alguna factura se quedará sin cobrar.
