Albóndigas de Ikea y otras cosas que mejor no probar en la tienda sueca

Todos hemos comido alguna vez en Ikea y es que, una vez que entras en la tienda sueca, parece que no hay salida. Esto te obliga a desayunar, comer e incluso merendar en la cafetería que está estratégicamente colocada antes de que tengas que ir a coger los muebles. Pero, ¿Cómo es comer en Ikea?

Hace un tiempo descubrimos que comer en Ikea podía no ser tan bueno. Y no por la calidad de sus productos, por la que tampoco ponemos la mano en el fuego, sino porque decidieron engañar a todos consumidores con las famosas ‘albóndigas de caballo‘. Las albóndigas es uno de los platos preferidos de todos aquellos que visitan Ikea, hasta que se dieron cuenta de que no todo lo que servían era lo que decían. Estas albóndigas llevaban carne de caballo y no lo habían advertido.

Pero, ¿Todo lo que hay en Ikea es malo? Vamos a conocer a continuación algunos de los platos estrellas de Ikea para ponerlos a juicio y afirmar si es bueno o no es bueno comer en la tienda de decoración sueca.

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El helado de nata con barrita de KitKat

Otro de los productos de Ikea que sí recomendamos es el clásico helado de nata y KitKat. Al fin y al cabo, el helado es helado, ¿No es cierto? Así que si lo que tienes es el gusanillo, la mejor opción es que te comas un helado de nata con una barrita de KitKat hasta que llegues a un buen restaurante.

El precio es de 1 euro, por lo que tampoco podemos pedir mucho más. Ideal para que los niños se tranquilicen después de las compras en Ikea, ¿No es cierto? Un pequeño premio a un precio bastante bueno y con un sabor aceptable. Nos lo quedamos.