Los proyectos sostenibles son claves para cualquier ciudad en este momento. La necesidad global de crear espacios más limpios para los ciudadanos y de reducir las emisiones de carbono deja cada vez menos margen de error. Por eso es normal que incluso una petrolera como Repsol y una empresa especializada en transporte por motor, como Avanza, estén siendo parte de la solución.
Es el caso de la prueba piloto para los nuevos autobuses de Avanza en Madrid. Estos vehículos, que empezaran a rodar durante esta semana, funcionan con un combustible a base de residuos que será facilitado por Repsol, y esperan que permita a la ciudad reducir sus emisiones de carbono unas 100 toneladas. Es un proyecto ambicioso que, sumado a la transformación eléctrica de la EMT, puede poner a la capital a la vanguardia en cuanto al transporte público limpio. Esta primera prueba piloto durará seis meses en la ruta de Villalba, Cercedilla y Navacerrada, en la sierra madrileña.
Esperan que estos vehículos permita a la ciudad reducir sus emisiones de carbono unas 100 toneladas
Son señales claras de una transformación en movimiento en Europa y el mundo. Si esta prueba es exitosa podría ser una señal de una competencia real dentro del mundo del transporte sustentable para los trenes. Aunque habrá que ver el resultado de esta primera prueba piloto.
OTRA OPCIÓN A LA ELECTRIFICACIÓN Y EL HIDRÓGENO
Lo cierto es que uno de los objetivos de la petrolera es demostrar que además de los coches eléctricos y el hidrógeno hay otras medidas para descarbonizar. A medida que la descarbonización se hace más generalizada habrá más empresas y proyectos buscando abrirse un espacio en lo que representa como negocio. Si bien, es fácil ser cínico al respecto es también importante que algunas empresas vean la oportunidad que representa.
Además, sin importar que tanto se electrifique el transporte particular, las opciones públicas siguen siendo prioridad. En la mayoría de los casos se ha optado por el tren, pero lo cierto es que en el ámbito linterno de las ciudades los autobuses siguen siendo necesarios y claves. De hecho, en varios países sigue siendo el medio de transporte público que más crece.
En el caso de España, se trata de 2.500 millones de personas en bus, mientras que el tren recibe 2.000 millones de personas. A pesar de eso, precisamente por el tema de la sostenibilidad, el Estado invierte en bus 2.500 millones y la opción ferroviaria recibe 2.800 millones de euros. De ahí que los nuevos proyectos de hidrógeno y electrificación sean tan importantes para la industria.
sin importar que tanto se electrifique el transporte particular, las opciones públicas siguen siendo prioridad
Además, el crecimiento de la industria ferroviaria, impulsada la liberalización del sistema, no ha detenido el aumento de los viajes en autobús. Las diferencias de precio con el tren han permitido seguir sumando pasajeros con empresas como Alsa, siendo las más beneficiadas de un 2022 que marcó el regreso del turismo.
LAS PETROLERAS COMO REPSOL TAMBIÉN QUIEREN DESPEDIRSE DEL PETRÓLEO
Este tipo de proyectos también marcan una oportunidad para que empresas como Repsol puedan empezar a buscar opciones de negocios distintas a los combustibles fósiles. Las opciones son bastante variadas, pero poder mantenerse dentro del mundo de los combustibles líquidos podría evitar que tuviesen que replantearse del todo su plan de negocios.
Esto tampoco quiere decir que sea fácil. Muchos de estos proyectos quedan a medias precisamente porque las empresas lo usan más para limpiar su imagen que como proyectos de negocio serios. Por eso es bueno ver que algunos de estos proyectos, o aquellos relacionados con el hidrógeno en los trenes están empezando a verse en las ciudades y a ser opciones reales de negocio.
Es que con el fin de la comercialización de los coches con motor de combustión interna en Europa, previsto para 2035, la cuenta atrás debe ser atronadora. Repsol, de hecho, no es el único nombre en una situación similar, pues hay casos como el de Shell y Chevron, que han buscado opciones sostenibles como la energía eólica o fotovoltaica para hacer pie en el continente.
Shell y Chevron también han buscado opciones sostenibles
De cualquier modo el proyecto aún no ha cumplido con su prueba piloto. Por lo tanto, toca esperar para que se confirme su viabilidad. Pero si bien aún no puede cantar victoria lo cierto es que Madrid demuestra de nuevo que es un buen lugar para que las empresas innoven en temas de sostenibilidad y de salir todo como se espera Repsol podría usarlo de palanca para su necesaria transformación a gran escala.
