El reciente estudio de DBK sobre sanidad española ha mostrado que el año pasado la sanidad privada aumento un 7% sus ingresos en salud mental. Después del confinamiento de 2020, que por necesario no fue menos difícil, y con la normalización del tema de la salud mental, es lógico que los pacientes se muestren interesados en cuidar su tranquilidad al mismo nivel que la salud física. Al mismo tiempo, esto ha ocurrido en un periodo donde la sanidad privada ha crecido a nivel general, ya que los tiempos de espera en el sector público se siguen alargando en buenos niveles por problemas derivados de la propia pandemia. Sin embargo, si se hace una revisión delas ofertas en el área de salud mental de las aseguradoras, queda de manifiesto que una oferta aún bastante limitada, porque se reduce a unas pocas sesiones al año que no son suficientes para afrontar problemas crónicos.
Compañía | Sesiones | Carencia |
Adeslas | 20 sesiones al año (40 por trastornos alimenticios) | No hay carencia |
DKV | 20 sesiones al año, 40 por trastornos alimenticios, 30 psicoterapias y 20 en psicología clínica con Élte | No hay carencia |
AXA | 12 sesiones y reembolso del 80% en Óptima Joven Psicológica (solo llamadas telefónicas) | No hay carencia |
Fiatc | 25 sesiones/año | 6 meses de carencia |
Sanitas | 15 sesiones | 6 meses de carencia |
Aegon | 15 sesiones | 6 meses de carencia |
Mapfre | 20 sesiones al año (40 por trastornos alimenticios) | 6 meses de carencia |
Asisa | 20-40 sesiones por año por asegurado | 6 meses de carencia |
Información de https://www.rastreator.com/
Aún en los casos donde más sesiones se ofrecen al año, como Adeslas y DKV, solo aceptan unas 20 sesiones al año para pacientes que enfrenten condiciones como depresión o ansiedad, solo ofrecen 40 sesiones a aquellos pacientes que enfrenten trastornos alimenticios o requieran psicoterapia. Pero en otros casos, como el de Sanitas o Aegon, la cantidad de sesiones ofrecidas parecen demasiado reducidas.
No solo eso, sino que en los casos de diagnósticos previos, algo común con este tipo de condiciones que son diagnosticadas incluso en la niñez, no se cubren. Son puntos que obligan a pacientes a depender de lo que tengan en su bolsillo para enfrentar problemas de ansiedad o depresión. Además, los límites en casos de trastornos alimenticios pueden llevar a que los pacientes tengan otros tipos de problemas.
MUY POCAS SESIONES
Según profesionales de la salud mental, la mayoría de los pacientes deben necesitar al menos una sesión semanal. Es una medida que no cubren ni siquiera las pólizas más extensas, que de hecho se quedarían cortas para un paciente que busque una sesión cada dos semanas, que es el mínimo en la mayoría de los casos.
Además, no presentan solución en casos de emergencia. Aunque no muestre inmediatamente síntomas físicos, un paciente con pensamientos suicidas o con un desorden alimenticio puede requerir atención de urgencia, tanto como cualquier otra enfermedad crónica, y no son puntos que se tomen en cuenta en las primas de salud mental de la mayoría de las aseguradoras.
LAS ESPERAS EN LA SANIDAD PÚBLICA
Parte del problema es que los tiempos de espera en el área de salud mental del sistema público pueden llegar a ser igual de largas que en cualquier otra. Hay incluso casos reportados de esperas de más de 6 meses, aún con pacientes con intentos recientes de suicidio o crisis en sus desórdenes alimenticios.
Esto deja a los pacientes dependiendo de lo que tengan en su bolsillo a la hora de pedir una cita por su cuenta en una consulta privada. Con precios que pueden rondar incluso los 80 euros, eso obligaría a una persona que requiera una sesión semanal a pagar alrededor de 400 euros al mes. Es un montante altísimo, que se come cerca de la mitad de un sueldo mínimo en España, por lo que la mayoría preferiría acudir rápidamente a una opción pública, pero las largas listas de espera los pueden llevar al límite.
LOS NÚMEROS SIGUEN SUBIENDO
A pesa de todo, el informe de DBK habla de que los pacientes aún siguen buscando soluciones para la salud mental en el mundo privado. Según sus datos, hay más hospitales, tanto benéficos como no benéficos, dedicados a estos temas que en 2020 y esperan que la cifra siga subiendo durante los próximos años. Además, señalan que son cada vez son más los espacios en otros hospitales dedicados a la salud mental, sumando algo más de, 12.000 camas en toda España.
Son números que demuestran que la sanidad mental es cada vez más una prioridad para los pacientes, y en el caso de las aseguradoras, para los clientes. Será interesante ver si, con estos números en aumento, alguna decide presentar en los próximos meses una póliza más extensa en estas áreas. Sería una oferta que no solo les daría más oportunidades de negocio, sino que facilitaría la vida de buena parte de los pacientes.